Opiniones Warnes - Buenos Aires

Muy muy bueno, realmente recomendable. La atmósfera un 10, la comida un 10. Lo único malo es que se tardaron mucho entre plato y plato, pero quizás fue porque eramos 10 y pedimos mil cosas. De todas formas se lleva 5 estrellas, muy recomendable.

🎭🚗 Excelente ambientación, estilo teatral con grandes telones. Asientos súper cómodos. Mobiliario 10/10. La entrada al restaurante da atmósfera de galpón o taller mecánico en sintonía con la ubicación en Warnes. Auténtico. Quizás se podrían agregar herramientas de taller decorativas en las paredes de PB para realzar mas el contraste taller-restaurant. 🍽️ El menú sigue un formato de cocina estacional para elegir entre 7 entradas, 6 platos principales y 3 opciones de postres distintos. La comida tardó un poco más de lo esperado… pero considerando que éramos un grupo de 10 personas y que todos los platos se sirvieron simultáneamente, podríamos decir que la espera valió la pena... 🤵🏻‍♀️Excelente atención y cortesía de las chicas que nos atendieron. 🅿️ Se puede estacionar de forma gratuita en el galpón de PB. 🤑 Precio total aproximado por persona al 20-10-2023: USD30 💳 Aceptan TC/TD. Saludos!

Resto íntimo, para disfrutar una noche diferente. Precios acordes a la calidad de los platos y la atención. Carta corta, simple. Vinos a muy buen precio, cuentan con sommelier.

Una experiencia distinta, cuando llegas no sabes si vas a llegar vivo a la parte superior o te van a punguear. Pero una vez que te abren y subís todo 10 puntos

Hermosa experiencia. Excelente servicio, presentación y sabores!

Muy lindo el lugar, la ambientación y la atención. La comida está buena, sin embargo no destaqué ningún sabor especial.

Fui con el menú de San Valentín, la verdad q una linda experiencia de pasos con Vinos Luca. El plato principal y el postre muy ricos, El servicio muy bueno, siempre atentos. La sommelier muy atenta y servicial. Uno de los platos me pareció algo flojo (tomates reliquias), pero como balance general, muy bueno

Muy bien ambientado, gran atención y rico todo

Una grata experiencia. A tener en cuenta que son pocas opciones las que tienen en la carta, pero muy bien ejecutado. Es un lugar privado, súper tranquilo. Hay que ir con reserva, aunque ese día me jugué y fui sin hacerla, justo habían faltado comensales que si tenían reserva y me dejaron comer.

Restaurant escondido en la zona de Warnes. Lo que parece un galpón industrial, termina en una puerta que te lleva a NY. Cocina de autor, excelente atención. La cocina es la vista. Todo muy cuidado. Parece una escena de un film con una ambientación bien lograda. Classy & cool. Muy buena música.

Excelente atención, ambientación esmerada y cocina correcta. Todo muy bien pero a todo le falta algo para mejorar. Precios muy razonables. 40 dólares por cabeza.

Muy buen resto a puertas cerradas, excelente ambientacion, simple, sobria, simpatica, excentrica, elegante, parece un resto de NY, la atencion es super amable, todos conocen los ingredientes de los platos, la cocina encaja perfectamente en el layout, la iluminacion es especial, el ambiente super agradable, la carta si bien es reducida, esta acorde para vivir una muy buena experiencia, probamos casi todos los platos y estubieron excelentes, ideal para una cena romantica, de amigos o trabajo. Los precios son a nivel internacional, la relacion precio calidad atencion 8.9garrafapoint, (lo que.mas suma es la calidad y la atencion).

La propuesta del lugar es excelente, su comida, ambientación, iluminación, música y muy buena atención. Me gustó muchísimo sorprenderme desde el ingreso al restaurante cómo así también los platos que probamos que fueron maravillosos! Un lugar para volver y recomendar.

El lugar tiene una ambientación única, la atención y la recomendación del vino fueron excelentes. La carta es un festival de texturas y sabores; hasta tuvimos el privilegio que el Chef se acercara a nuestra mesa y nos contara cómo había diseñado algunos de los platos que habíamos probado. Sin duda, vamos a regresar!

Excelente experiencia, la comida deliciosa y la atención impecable. Hermoso Ambiente íntimo y precioso acorde a la experiencia gastronómica brindada. Ideal para vivir un momento único en pareja.

Una experiencia deliciosa hecha cena. Fuimos un miércoles para cortar la semana y ya al entrar sentimos que habíamos pasado un portal a otro lado. Recomiendo para quienes gusten algo íntimo y de sabores cuidados.

Increíble experiencia. Es un bar oculto, muy distinto. Diseño industrial, super personalizado. La comida, muy buena. Platos clásicos, reversionados. Precios elevados pero muy acordes al servicio y calidad de todo. A destacar, el servicio de mesa incluye agua/agua con gas, lo cual es un detalle muy simple pero efectivo al pedir vino.

Había una vez un barrio bien creepy. Repuestos de autos, talleres, desarmaderos y antiguas casas. Un barrio bien suburbano y con ninguna intención aparente de cambiar. Y un día Rodrigo Sieiro se dispuso a hacer una apuesta muy importante. No solo decidió intervenir en la vida del barrio, sino que decidió poner uno de los restaurantes más innovadores y conceptualmente más deslumbrantes que he visto en mucho tiempo. En un viejo garage/taller de estructura de hormigón, instaló WARNES BUENOS AIRES. La llegada de por si es enigmática y encantadora. El barrio está totalmente apagado cuasi lúgubre. Un señor en la puerta nos hace entender que allí es. Nos saluda muy cordialmente y se ocupa de asegurarnos que nuestro auto estaría bajo su cuidado. Nos indica que debemos pasar por el amplio espacio tipo garage vacío y llegar al único espacio iluminado donde se vislumbra una escalera. Grandes telones en altísimas paredes, flanquean el acceso a la planta superior. Una recepción/bar con decoración despojada súper cool con imágenes en blanco y negro, iluminación casi teatral. Espacios muy amplios. Una larguísima barra/cocina es el centro de escena. Cómo la sala de comandos de una nave o de un observatorio experimental. Enfrentadas, las mesas. Comodísimas sillas/sillones tipo poltrona que ya manifiestan que acá nadie te va a apurar. Iluminación hipermoderna (tubos que cuelgan e iluminan cada mesa), enfocando cada espacio. Todo muy bien logrado. Mesas de mármol blanco. Barra de mármol verde. Todo bellísimo. La cocina es un tema aparte. La firma SMEG se ha esmerado y ha colaborado con éste laboratorio que requería de instalaciones de lujo. Cubiertos de acero pesados, buenas servilletas de tela (pesadas), vasos para el agua de color verde (tipo copón), copas de cristal tipo Riedel fabulosas. El Chef Rodrigo Sieiro se acerca a la mesa para ayudarnos a decidir que comer ya que nos hemos entregado a la opción de degustación. Para nuestra sorpresa, nos ofrece recorrer toda la carta, con la excepción del Ojo de Bife con hueso (900gr) ya que es una animalada y el caviar ruso con langostinos. El resto fue una absoluta locura. Los entrantes: Tomate Pesca blanca y langostino ahumado Pato confit, cous cous Codorniz rellena de higos y pistachos Pastas: Agnolotis de ricota de oveja y shitakes Cavatellis, patagonzola, tres leches, higos Principales: Pesca blanca al vapor Conejo Cordero Pithiviers Magret de pato especiado Dulces: Milhojas de frutos rojos Chocolate, dulce de leche, sal Petit fours Quedamos absolutamente sorprendidos y agradecidos. Todo fue fantástico. La sugerencia del vino (Alma Gemela, Teroldego), que vaya sea de paso la.carta es acotada y fabulosamente elegida para maridar. Vislumbro cosas muy buenas para esta fabulosa propuesta. Les deseo larga vida y grandes desafíos. Nos volveremos a ver. Todo absolutamente todo un 10/10.

Restaurante oculto a la calle, juega con una fachada de galpon industrial. Una gran carta de vinos y una acotada de platos pero bien pensados y ejecutados. Excelente ambientación y servicio.