hoy fui a disfrutar de una agradable merienda en un encantador lugar junto a mi amiga. Opté por la opción salada y elegí una porción de nachos con una inusual mayonesa de remolacha. Debo admitir que la mayonesa en sí carecía de sabor, era casi insípida. Sin embargo, los nachos eran una delicia; crujientes y sabrosos. Los acompañé con una refrescante bebida de pomelo, que resultó ser absolutamente deliciosa. Mi amiga hizo una elección igualmente acertada al pedir una torta que combinaba limón, frutilla y chocolate blanco. La mezcla de sabores era perfecta y cada bocado era una explosión de dulzura y frescura en el paladar. El lugar en sí es un paraíso visual, con una decoración en tonos de rosa pastel que resulta tierna y acogedora. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la paciencia es una virtud aquí, ya que el servicio puede ser un poco lento para ingresar al lugar, dado la cantidad de gente que va. Lo que más me sorprendió fue el tamaño de las porciones, son verdaderamente generosas. Una porción de torta podría ser compartida fácilmente por dos personas. En resumen, definitivamente regresaré a este encantador lugar. A pesar de la experiencia con la mayonesa insípida y la demora para ingresar, la calidad de la comida y la belleza del entorno hacen que valga la pena la visita. Lo recomendaría sin dudarlo a quienes buscan una experiencia gastronómica única y reconfortante.

Comida excelente! Abundante! El lugar precioso.. lo único que abria que ajustar(son detalles), es el tema de la atención pero no porque atiendan mal ni sean descortés; si no por el despiste. Re bien los chicos excelente todo! Nos encantó el lugar. Dejo fotos para que comparen los tamaños! Realmente lugar dignisimo de conocer!