Bastante raro este lugar.
Llegamos de casualidad y decidimos quedarnos.
Vermouth a excelente precio y muy rico.
Ambiente bastante clásico, segundo piso, baños limpios y buena música.
La carta necesita un poco de ayuda en diseño pero está variada, con buenas opciones de tapas. Algunas tapas son muy muy chicas, otras generosas.
Pedimos croquetas de jamón (no tenían nada de jamón)
Matambrito (vino con un pelo! le indiqué al mesero quien se disculpó, se llevó al plato y dos minutos después vino de vuelta con el mismo plato (sin el pelo) no sabía si matarlo, reír o llorar! enserió? esperaba que nos cambiara el.plato por completo!!
El postre un hit! una torta vasca espectacular 👌
El servicio además del pelo estuvo okay
No volvería pero fue todo una experiencia (de esos días raros que no sabes ni que terminan siendo)
Si te gusta tapear, no lo dudes. Además está en un primer piso del ya mágico pasaje del correo.
Fuimos con amigos, de noche. Tortilla, croquetas, paella, provoleta, lo que quieras. Es abundante. Para acompañar con un vino (tienen pocos) un cynar o sidra tirada.
De las mejores tapas españolas de BA. Sin dudas las croquetas de jamon son imperdibles y la tortilla también. Sumaron a la carta un camembert con miel que la rompe.
Precio/calidad diez puntos
Sol Montserrat Rodriguez Giralt
+4
Los buñuelos muy buenos. La tortilla no estaba del todo buena, pero admito que olvidamos de pedirla babé. La burrata y el camembert un 10!
Un lugar con carácter, buen gusto y artístico. La comida era abundante y riquísima con una atención al cliente excelente.
Muy buena comida, lugar hermoso al aire libre pero no en la vereda. Excelente atención, el camarero Alexis muy amable y cordial
Excelente todo, abundante, rico, riquísimo. Te recomiendan bien los platos. Relativamente barato. Lindo lugar
Nos suele resultar muy fácil describir lugares que conocemos, seguramente por que cuando hay cosas que criticar o mejorar uno anda con soltura. En este caso nos fue bastante difícil encontrar las palabras para este lugarcito, chiquito pero de esos donde te sentis en casa, donde el anfitrión te invita a ser parte del momento.
Llegamos con poco tiempo pero valió cada segundo, las tapas nos sorprendieron en aumento, las acertadas recomendaciones y sugerencias de los que atienden invitan a que uno no se quiera ir pero si definitivamente VOLVER!
Un lugar genial de tapas españolas ricas el vino muy bueno y la atención genial. Si necesitas reservar mesa es chico y el lugar se llena.
Hermoso lugar escondido en un pequeño pasaje de pleno recoleta. Podés comer en las mesas de afuera o bien dentro del resto, ambas son buenas opciones.
Es ideal para ir en pareja o con amigos. Pedimos 3 platos y 1 tapa, todo estaba muy bueno, pero es necesario hacer una mención especial a las gambas al azafrán!
La atención de primera, y el precio acorde a lo que ofrece
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