Descubrí este clásico bodegón. No me sorprende que estuviera el salón totalmente lleno a la hora del almuerzo. Tuve suerte de que estaba solo y conseguí una mesa. Comí guiso de lentejones. Exquisito. Tenía carne y panceta. Estaba picante, detalle que a mí me encantó. Igualmente son muy generosos con el queso rallado que ayuda a suavizar por si no te gusta el picante. Me encanta el detalle del ciboulette picado, siempre viene bien un poco de frescura a estos platos de olla tan potentes. Me recibieron con una empanada de carne de cortesía que también estaba muy rica. Para tomar pedí una limonada con menta que me sirvieron en una copa como si fuera un Gin Tonic. Estaba muy bien hecha. Otras que he probado son aguadas o amargas, ésta estaba perfecta en cuanto a sabor a limón, azúcar y hielo. El trato tanto de la camarera como de la recepcionista fue muy amable y atento. La gente a mi alrededor también se veía muy contenta y a gusto. El lugar es muy cálido y acogedor, decorado como típico bodegón. El salón es enorme y tienen un patio de igual tamaño que imaginó se llenará en primavera/verano. Muy recomendado para ir en familia, con amigxs o solo como fuí yo. Además hay parrilla, lomitos, hamburguesas, pescados, ensaladas, variedad de vinos, milanesas y no me quedé a probar los postres pero seguramente volveré en mi próximo viaje. Los precios muy accesibles. Se cobra cubierto (incluía la empanada de bienvenida y panera con manteca) Tiene 3 sucursales en total en Mar del Plata.