Execelente restaurante vegano. La carta es corta, pero efectiva. Los sabores son impresionantes. Tiene varias opciones sin gluten.
Las combinaciones de sabores son ingeniosas y originales.
El único pero es que las porciones son pequeñas. Para salir lleno es necesario comer entrada, principal y postre. Pero en ese caso termina sumando bastante a la cuenta.
El lugar es algo pequeño, por lo que se llena rápido. Además, cierran temprano, tipo 22, por lo que es ideal para almorzar o cenar estilo europeo (20 horas). También tiene mesas en la vereda y una barra.
La atención es muy dedicada y no escatiman en esfuerzo para sacar dudas y hacer sentir satisfecha a la clientela.
En el corazón de San Telmo, este pequeño y desmantelado lugar, se viste con el calor de la gente que lo atiende. Comida 100% vegana rica y sabrosa para degustar en pareja y/o amigos. Lo recomiendo encarecidamente por su buena relación calidad/precio.
Lugar vegano y gluten free. Sirven vinos orgánicos, tragos y hay postres muy ricos. Muy recomendado, aunque los platos no son abundantes. No dejar de probar los rolls de endivias.
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