Fuimos a probar unas tapas con una copa de vino. Las tapas eran variadas, frías y calientes todas muy ricas. Compartimos un postre que también estuvo muy sabroso.
El lugar repleto mientras fue llegando gente para el restó. Muy buena y cálida atención.
La verdad que la comida y atención fueron increíble. Luis y Mariana nos sirvieron re bien. Además hubo un corte de luz y nos trajeron unos platos súper ricos para compensar.
Creo que es más para tapas.
El servicio me gustó mucho. Le ponen esmero a todo. Se nota.
Pero tengo que decir que el rabo de buey no me gustó (esto no quiere decir malo!!! Ni nada por el estilo. Creo que es más rico en el burladero, o en otros lugares.) Es muy escueto de carne.
El cordero me pareció normal... no digo que haya estado feo, pero tampoco una delicia... algo normal... te traen unas salchichas que las hacen ahí. Muy ricas. Y el pan es de masa madre. Creo que hay es mejor la parte de adelante que es en la barra.
La atención del mozo excelente.
Lindo lugar para tener una cena muy tranquila en pareja o familia. La comida es rica pero nor sorprendente. La atención de 10.
Dato que suma mucho es que tienen una barra y puedes comer las tapas que queiras donde tu mismo las vas agarrando mientras tomas tragos o vino.
Una experiencia distinta. Tienen tanto menu a la carta como barra de tapas y se nos recomendó está última, cosa que me pareció muy acertado. La variedad de tapas frías es buena y la cadencia de tapas calientes es razonable. No es barato, si uno quiere comer bien termina gastando una moneda en tapas, de todas formas es aceptable para la calodad del servicio
Es un lugar con muchos turistas. A pesar de los precios ($30.000 por persona) comimos muy rico.
Recomiendo la tortilla, los pimientos y la pesca en salsa verde.
Gracias a los mozos Sergio y Luisito por tan cordial y cálida atención! Mozos como los de antes! ❤️
Lo súper recomiendo!
El mejor bar de pinchos/tapas que conozco de Buenos Aires.
Gran variedad y calidad.
Se puede pedir también a la carta pero recomiendo ir por los pinchos.
Tienen muchas opciones que hay en la barra que uno puedo ir agarrando y probando pero recomiendo también guardarse lugar porque hay bandejeo con opciones calientes que van saliendo.
Pulpo, tortilla, jamón, croquetas, calamar,bonito, opciones veggies, etc etc.
El lugar se llena.
Excelente sitio para probar la gastronomía vasca, la reencarnan perfectamente. La atención de su personal, especialmente Guido, fue de primer nivel. El pescado a la donostiarra y las croquetas de bacalao fueron lo sobresaliente. Lo demás estaba todo buenísimo; txuletas de vaca vieja, txistorra, arroces a la brasa, huevos rotos, gambas al ajillo, pan de masa madre, vermut y mas.
La barra fe pintxos iguales a las de Euskadi, la ambientación y limpieza 10/10.
Lo anterior lo dice una persona qué vivio 5 años en Donosti
Todo todo todo me hace querer volver. Fuimos con marido a festejar nuestros 11 años juntos
Si hubiera más puntaje se los daría. La calidad de lo que sirven es inmejorable, la atención increíble y muy buena onda, podes estar en la barra consumiendo toda la noche, nos sentamos en la barra de tapas donde vas eligiendo de una enorme variedad de pinchos fríos y calientes (cocina vasca), los tragos y carta de vinos/sidras excelente. Cerveza rubia tirada (una pena que no haya cerveza negra que es mi favorita), igual se entiende que no es una birreria, es otra cosa (maravillosa). Poder ver como elaboran los platos y las tapas también es un plus. Pedimos 2 postres totalmente de gula, la crema de turrón y el chocolate (volcan) con oliva, deliciosos
La próxima vez iremos al restaurante a probar otros platos. Pero seguro que volvemos!
Siempre vuelvo. Esos pinxos tan bien exhibidos y bandejeados son una delicia. Recorrer la barra para ir eligiendo los que te van tentando o los que ya sabes que te gustan es un placer. Como siempre!!!
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