Menu vegano que sorprende. Una combinación de sabores, texturas y colores. Cocina de alta calidad, aunque las porciones son algo chicas. Lo mejor son los postres, acá es donde se nota la técnica y la creatividad para lograr consistencia y sabor. Excelentes las limonadas.
Todo espectacular. La atención, el ambiente, el lugar su diseño y su comida.
Recomiendo fuertemente las empanadas de carbón activado, el kimchi y los ravioles de boniato.
Para empezar, el lugar es totalmente hermoso, con una vajilla y una atención al detalle sublimes. La comida es de otro mundo ✨ Fui al restaurante siendo vegetariana, con mi novio que come carne, y la verdad que nos fuimos los dos maravillados. Pedimos los dumplings y los chipá como snack, los salsifís y el kimchi como platos suaves, los spaghettis de plato fuerte y como postre la tartita de chocolate. La presentación de los platos está a otro nivel, junto con su clara descripción por parte del staff. Los cocktails increíbles también. En definitiva, una experiencia que me encantaría repetir 🙌🏻
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