La pizza es bien distinta a la del resto de las pizzerías, es más finita que la media masa, pero más gruesa que a la piedra.
La pizza de muzarella es bien sabrosa y con la base crocante.
La pizza de fugazetta rellena tiene bastante queso y mucha cebolla casi cruda encima, y la de fugazetta normal estaba bien dorada y riquísima.
La empanada de carne es de las mejores que probé alguna vez, las fríen en el momento y salen bien sequitas. El relleno tenía mucho sabor y humedad.
Al menos al mediodía, tenía muy pocas mesas disponibles, y eran todas para dos personas.
La pizza es riquísima. Es un producto fresco. Sin embargo, hay un detalle a considerar y que la hace distinta a las demás pizzerías. Solo podés pedir para comer lo que ellos tengan disponible en el momento. Pero, esto solo es válido para comer por porciones. Si querés pedir para llevar o querés una pizza entera, no hay problema y te preparan la que vos quieras. Excelente todo. La fugazzeta es oro.
Una de las pizzerías clásicas de Buenos Aires. La variedad más famosa aquí es la Pizza Canchera: una maravilla con orégano y cargada de salsa de tomate. Angelín es un lugar ideal para deleitarse con unas porciones de pizza y seguir una noche de diversión.
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