Es un lugar ambientado a la época vieja, hecho a medida para personas altas porque el antiguo dueño era muy alto! Las porciones están bien pero no son para compartir, te cobran 400$ servicio de mesa por persona, de entrada te sirven pan con una salsa, rica la comida y buena atención!
Sofia Ferreira Honegger
+5
Vivimos la experiencia de comer allí en agosto, viajamos desde Uruguay y ya teníamos la reserva hecha desde este lado del charco. Lo elegimos con mi compañero después de ver por fotos el lugar tan bien ambientado y la historia que cargaba. Teníamos ganas de vivir la experiencia y fue así, tal cual, una experiencia. Probé el flan de dulce de leche que fue retornar a mi niñez con el flan que hacía mi abuela, bien bien bien casero. Además de que la comida estaba deliciosa, todos los platos salieron súper rápido y la moza, Sol, le hizo honor a su nombre. Estamos deseando volver a visitarlos!
De vacaciones en familia.
Hermoso y pintoresco lugar.
Precios acomodados.
Lo unico malo, a noviembre/23 que cobran $400 el cubierto p/p.
Antiguo lugar, que tiene gran capacidad de mesas y una parte tambien al exterior.
En pleno San Telmo.
De destacar la muy buena atencion de la camarera Natalia, incluso ese domingo estaban probando un nuevo plato, y nos pregunto 2 veces para saber nuestras criticas y agregarlo al menu. Nos sentimos muy importantes catadores gastronomicos, ja ja.
Otro detalle a favor. Primero nos dejaron pasar, conocer y sacar fotos, a raiz de que nos gusto, reservamos mesa y a las 2 hs volvimos.
Mis felicitaciones al dueño, ya que tiene trabajando a varios chicos y chicas con otras capacidades, un gran semillero de oportunidad.
Matilde Rivero Gironelli
+4
Excelente atención, muy amables y atentos con los clientes. La comida riquísima y los platos son bien abundantes!
La pulpería muy bien armada y con mucho espacio para recibir comensales.
Lo único que dejaría como algo a mejorar son los baños.
M. Florencia Altamirano
+4
Nos sorprendió el tamaño de las milanesas. Realmente increíbles, si o si para compartir. Las empanadas también estaban muy buenas. La cazuela veggie era lo mas flojo en cuanto a cantidad. La atención también excelente.
De entrada te traen pan riquísimo con un alioli de ajo muy bueno. Tienen opciones vegetarianas. Las mesas son particulares y todos los lugares tienen su encanto.
La comida es rica, casera, la atención es rápida, amable y cordial. Se puede pedir pingüino de vino 🤍
A veces hay espectáculos de tango o alguna peña. Vale la pena ir al menos una vez.
La decoración es muy agradable y los precios son acordes a la calidad. Los platos son abundantes, me pedí la olla vegetariana y no me la pude terminar.
Alejandra Mariel Lovat
+5
Me encantó!!! Imperdibles las risas de ternera con papa rellena y la empanada salteña. El vino orgánico una gran recomendación. De postre un flan con dulce de leche y crema chantilly espectacular. La atención excelente, en todo momento el mozo nos guió en lo que queríamos. Se destaca por ser un lugar con historia colonial en nuestra ciudad.
Sin dudas una pulpería para recomendar por la excelente calidad y calidez.
La comida increíble, las porciones justas (quedas bien pipón) y los sabores exquisitos. La carne hecha al horno de barro, se corta con cuchara.
La atención buenísima, desde la entrada hasta el servicio de mesa (nos tocó la 39), súper amable y muy buena onda. Un crack.
Si andan por San Telmo no se pierdan la oportunidad de comer acá.
![5]( "Recensione")
Increíble lugar en San Telmo!
Lo descubrimos por casualidad a través de Google Maps y cuando llegamos entramos con timidez porque desde afuera no se ve el patio con sus mesas, sino que hay una antesala con objetos de época.
Ingresamos y pasamos al salón principal donde se encuentra un aljibe, con paredes de ladrillo y ambientado como si se hubiese detenido en el tiempo.
Tenían 3 platos recomendados, bondiola, ribs de ternera y ternera desmechada. Todos con guarnición.
Compartimos un plato, probamos de entrada una empanada salteña (exquisita. frita y cortada a cuchillo).
El plato principal (cocido en horno de barro, una locura) vino con papas rotas y pedimos además una guarnición de batatas fritas (un pequeño detalle, a las batatas le faltaban un poco de cocción).
Para beber un agua sin gas y un pinguino del vino de la casa (el pinguino gigante, no podíamos terminarlo, muy muy rico).
La atención de Natalia más que impecable, súper agradable, amable y atenta a los detalles y a lo que le pedíamos durante la cena.
Aceptan efectivo y débito (no crédito, puntito en contra).
Los precios acordes a la zona. Es recomendable reservar si quieres ir un día de peña o de tango (que se realizan los 2dos fines de semana de cada mes. Viernes tango, sábado peña)
Muyyyyy recomendado para ir en pareja o grupo de amigos.
A disfrutar de un excelente ambiente y rica comida.
Fuimos por un Big box, hubo cambios entre lo que decía el regalo y entre lo que nos ofrecieron, pero todo estuvo muy bien!!! Las empanadas de berenjenas excelentes y el resto de los platos súper abundantes, casi no termino el postre...
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