La parte del café (entiendo que hay más lugar arriba) es acogedora. Pocas mesas pero bastante espaciadas, ideal para ir solo o en pareja. El ambiente es agradable y tranquilo, buena música. Comí un sándwich vegetariano, muy sabroso y rendidor, acompañado de papas y limonada, las papas con gusto a papa y la limonada con gusto a limonada como tiene que ser. La atención es rápida y muy amable. Gaste $245 el precio es adecuado. Me quedé con las ganas del café y las cosas dulces ya que hay olor muy rico a café y los dulces tienen muy buena pinta. Espero volver pronto
Edit: antes de irme me pedí un café para llevar, excelente, hasta el vaso tiene onda.
Fuimos hoy viernes a la noche con un amigo. Ya de principio la atención desde la recepción te hace sentir muy cómodo. El lugar es amplio con plus de poder comer en la terraza, en nuestro caso nos quedamos adentro en la barra, la música perfectamente nivelada para que no interfiera con la charla. La atención de los barmans fue excelente, hasta te sacan charla y tratan de hacer todo lo que está a su alcance para que uno la pase bien.
Relación precio-comida perfecto para lo que brindan, tienen una carta de entradas bastante variada y la carta de tragos de autor es para todo tipo de paladares, las papas y las empanaditas son excelentes.
Es una casona antigua, se accede por una imponente escalera. La mayoría de las mesas son comunitarias. La carta de tragos es original y son ricos, pero uno de los que probé tenía tanto hielo que al segundo sorbo ya estaba aguado. La atención fue buena
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