Hace poco estuvimos por la zona y nos llamó la atención este lugar así que quisimos ir a darle una oportunidad. Primero los contacté por Whatsapp para averiguar si se podía hacer una reserva y me respondieron rápida y amablemente confirmando que sí era posible hacer una reserva. Pude reservar en el horario que queríamos y eso me parece algo a destacar porque en muchos lugares te dejan reservar únicamente para las 12 o 12:30 horas para ir a almorzar. El lugar es bastante pequeño y está lleno de detalles que a mí por lo menos me gustaron mucho. En lo personal me encantan esos restaurantes que tienen objetos antiguos, carteles,etc. Le dan un toque especial. La carta es bastante variada pero predominan los platos típicos como empanadas, locro, mondongo, pastel de papas así como también productos típicos dulces. Los precios están muy bien para la zona en la que está ubicado. Los platos varían en precio pero hay algunos que cuestan menos de $4.000 y otros que cuestan entre $5.000 y $6.000. Las empanadas costaban $650 y los postres variaban entre los $1.500 y los $3.000. Mención especial para el chico que nos atendió. No supe su nombre y no sé si está todos los días pero fuimos un domingo al mediodía y la verdad es que fue muy atento y muy amable. Da gusto cuando vas a comer y te atiende una persona que se nota que le gusta lo que hace o que al menos le pone toda la onda. La comida estaba riquísima. Las porciones están muy bien para una persona pero no diría que son como para compartir así que recomendaría que cada uno se pida su plato. Nosotros pedimos pastel de papas y mondongo. Los dos platos estaban riquísimos. De entrada me pedí una empanadita de carne cortada a cuchillo que estaba muy buena también y de postre pedimos un flan y un pastelito de dulce de batata. Tanto el flan como el pastelito estaban muy ricos también. Con propina y todo gastamos menos de $6.000 por persona. La verdad es que la experiencia valió totalmente la pena; comimos rico; nos atendieron bien y a buen precio. Te vas lleno pero con ganas de probar alguna otra opción tanto salada como dulce porque tienen platos muy ricos. Lo recomiendo sin dudas.
El único plato con sabor tucumano fue el tamal. Es un lugar para turistas, muy rico, pero fui con otra expectativa, los sabores son muy suaves. Muy buena atención.
Bodegón encantador. Super recomendable . La atención muy amable con todo la onda. Están desde 1999. No aceptan tarjeta de crédito. Vale la pena.
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