Fuimos y como estaba lleno una pareja nos invito a compartir la mesa, eso resume el ambiente familiar del lugar.
Nicanor un fenómeno y la chica que nos atendió también.
La comida excelente, casera, todo a la olla y muy muy rica. Te sirven varios platos en pasos y podes repetir, te vas lleno si o si. Uno mejor que el otro, no hay carta es lo que Nicanor quiera pero cocina tan bien que todo va bien.
8000$ el cubierto y 2000$ la gaseosa. No le cobro a mi hijo de 8 años.
Fenómeno.
Vayan, es chico pero si tienen paciencia realmente lo vale, además mejor esperar e ir con mucha hambre.
Cocina sencilla, muy rica, con gustito a domingos en familia... hogareña...cómo dice Nicanor hago lo q me gusta, bienvenidos a mi casa.
Cuando vengan, vengan con hambre es mucho para degustar. Más de un plato lo pude terminar. La atención es súper cordial. Sin dudas, volveremos
Una buena opción para pagar una "tarifa" fija (por así decirlo), y comer hasta reventar (opcional). Pero hablando más en serio, la comida excelente, casi personalizada. Pan casero, salsas, pastas, pizzas, y para el final... cordero (que nunca llegamos casi a degustar ya que estábamos llenos), el cual estaba delicioso.
Si andan por la ciudad no dejen de visitar este lugar y probar el menú degustación.
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