Es un lugar súper silencioso y tranquilo donde se cena muy rico!
Fuimos con mi marido y pedimos de entrada las empanadas, cenamos raviolones de berenjena y ricota con salsa de hongos y puerros y ñoquis con albóndigas. Una copa de vino, una gaseosa y de postre el Carmel de manzana y el crocante de manzana. Todo por $8300.
Nos encanta la atención y exquisitas comidas, seguiremos yendo
Excelente! Súper tranquilo el ambiente y bien iluminado. La atención es muy buena y te atienden rápido. Riquísimas las empanaditas y las pastas. La próxima iré a probar las milanesas. Para recomendar….
Hermoso lugar, atendido por sus dueños, un matrimonio mayor, de lo más amable, atención inmejorable y muy buena comida, precios accesibles. Solo que el lugar es chico, tiene 6 mesas solamente. Recomendable.
Un lugar muy cálido atendido por sus dueños, pastas caseras y muy ricas, super recomendable y precios accesibles.
El lugar tiene un ambiente familiar y muy confortable.
Amamos este rinconcito de City Bell. Está atendido por sus dueños (una pareja divina de alrededor de 70 años en la que ella cocina y él sirve las mesas). Es chiquito, cálido y ameno. No es bullicioso. Todo es impecable. Y la comida es de máxima calidad. Los precios son super accesibles. Se tiene la sensación de estar en casa.
Lugar pequeño con muy linda ambientación. Comida exquisita, excelente servicio. Muy económico y agradable, súper recomendable!
El lugar es atendido por sus dueños, solo fin de semana. Son una pareja de edad muy respetuosos, dedicados y con mucho amor por lo que hacen. Es como volver a lo de tus abuelos a comer los fideos. Hay que reservar porque difícilmente encuentren lugar si van directo, ya que hay pocas mesas. Si tienen la posibilidad de ir, no la pierdan. 5 estrellas sin dudarlo.
Es un lugar muy tranquilo para comer, la comida es muy rica y los precios acordes a los platos. La comida salió rápido. El ambiente es sencillo y la atención del mozo es muy amable.
Muy lindo, muy bien atendido y cuidado lugar. Se nota la mano y el cariño. Exquisitas pastas. Comimos malfatis de espinaca riquísimos y raviolones de calabaza y choclo con manteca con hierbas. La pasta al dente y super casera, los ingredientes en primer plano, bien casero. Lugar Tranquilo. Ideal para comer en calma. No había música y no hacía falta, solo el murmullo de la gente conversando. Un placer.
Excelente. Lugar tranquilo en City Bell, fuera del radar. Buenos platos, precios acordes. Muy buena atención. Volveremos
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