Fui el viernes a almorzar y me pedí un sandwich keto que estaba buenísimo con una limonada de maracuya que estaba tremenda, destacó la amabilidad del chico que me atendió, realmente un amor. Le falta un poco de higiene porque en el baño la bacha estaba sucia con pelos, y al lado de donde me senté abajo del sillón, había un vaso vacío tirado, eso denota poca higiene y hay que mejorarlo. El resto excelente
La tranquilidad y clima ideal a la mañana,
es todo lo que está bien!
Super amables los chicos.
Siempre me olvido de subir. Para la próxima.
ʕ•ᴥ•ʔ -`ღ´-
Me encanta el café. Compro para llevar porque en Tucumán no hay local de la franquicia. Las chicas nos atendieron re bien y con mucha paciencia. Muchas gracias
Edificio antiguo pero bien mantenido. La instalación tiene su propio estilo a un restaurante o un bar. Tiene dos pisos y el baño queda en la planta baja. El ambiente es medio oscuro por lo que no es ideal para los que van a estudiar o tener videoconferencia. El personal es amable. Lo malo es que entran seguido los mendigos y es incómodo estar todo el tiempo atento.
Muy limpio, ordenado y lindo ambiente.
Maxi en la caja! La mejor atención! Muy amable y cordial.
La ubicación muy linda, a unos metros del congreso.
El local es precioso - muy espacioso, con muchos lugares para sentarse tanto en el piso de abajo como en el de arriba. Luz tenue, música tranquila y decoración hermosa. Ubicación estratégica. La atención de los chicos en el mostrador muy amable y rápida. Tienen WiFi gratis que funciona de 10, y varios enchufes lo cual lo hace el lugar ideal para trabajar. Los baños lamentablemente están bastante sucios, deberían implementar el sistema con clave que tienen otros locales.
Muy tranquilo el lugar a pesar de estar en plena avenida, no se llena mucho, siempre hay asientos libres. Muy buena atención y muy rico todo.
Muy buena atención, cabe destacar el servicio de los empleados desde que comienza hasta que te entregan tu compra, limpio y organizado. Vale la pena visitar este local no defrauda!!!
Ubicado en el edificio dónde se encontraba la antigua confitería L'Aiglon, el local es cómodo y amplio. Muy bien restaurado y mantenido. Cuenta con un entre piso al que se accede sólo por escaleras. Otro ejemplo de cómo Starbucks recupera y aprovecha la arquitectura de la ciudad.
Muy lindo local, buena atención, comida rica, pero los precios son caros en mi opinión... 1300 pesos un pocillo de café espresso, 2600 un sándwich de lomito y queso... Volvería igualmente, me gustó. Solo que es sabido que Starbucks maneja estos precios
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