Excelente Todo! Fuimos con una de mis mejores amigas que conoce al dueño ,lo reomendó y no se equivocó.
La pasamos super bien.
Comida exquisita, carne en su punto.
Eramos 5 y probamos varios platos.
Todo muy rico y bien logrado.
Luego pasamos al Bar y terminamos la noche alli con unos buenos Tragos a cargo de la Barman que está alli hace años y es una genia.
Enfrente tiene el estacionamiento sin cargo.
Volveremos!
De reciente aparición (abrió a fines de 2018), la experiencia vivida en Orilla fue fabulosa. Y son varios los motivos de esta satisfactoria sensación.
Veamos: el lugar pasar totalmente desapercibido -al menos al mediodía- ya que el restaurante se encuentra dentro del hotel Urbánica. Una vez dentro, la atmósfera del lugar y la puesta en escena -con detalles elegantes en la decoración- resultaron sumamente amigables para nosotros (tres personas). Hasta podría aventurarme a decir que nos sentimos en otra ciudad -esto sin desmerecer a la inigualable Ciudad de Buenos Aires-.
Por otro lado, la camarera que nos atendió fue muy natural y espontánea. Asimismo, nos aconsejó cómo pedir: compartir un pequeño y un mediano, elegir un grande cada uno, y volver a compartir el postre. Al lector que decida acudir a este lugar, le sugiero seguir dicho consejo.
Paso a mencionar lo que pedimos:
- chico: crudo de pescado, jengibre, sésamo, lima y coriandro;
- mediano: berenjena asada, tahini y zaatar;
- grandes: prime rib con hueso con puré de papas; arroz caldoso vegetariano y arroz negro con panceta y chipirón;
- postre: flan de huevo de campo con crema de vainillas y dulce de leche.
- para tomar: agua sin gas y una copa de vino blanco.
A diferencia de otras reseñas, voy a ser breve y contundente: todo lo que pedimos estuvo delicioso. Sin embargo, tengo que destacar lo superlativo del prime rib -jugoso- y el sabor de la berenjena asada. Definitivamente, estos dos platos mencionados, superaron todo tipo de expectativa.
Los precios del lugar resultaron acordes a la calidad de lo ofrecido.
Da gusto conocer lugares así.
Adjunto fotos del menú (que también está cargado en la página) la comida, del salón y de la barra.
Sin lugar a dudas, cinco estrellas para esta joya de Belgrano a la cual dan ganas de volver para seguir explorando su tentador menú.
Lindo lugar, bien ambientado. La atención correcta. La carta es corta pero eficiente. La comida no desentona. No es barato ni tampoco extremadamente caro. Se puede ir tranquilamente.
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