Martes a la noche, 22:30 hs. Llegamos de un partidito de fútbol, famélicos y sedientos. Nos recibe un ambiente amplio, prolijo, tranquilo y bien iluminado, con una pantalla gigante donde están proyectando el partido de Copa Libertadores de Aucas vs. Racing Club. Hay muchas mesas disponibles y elegimos una para 8 bien en el centro del local. Nos atiende una chica muy simpática que nos hace chistes con el tema del descuento para mujeres, intentamos hacernos los autopercibidos mujer, pero no hay forma de convencerla de que nos haga el descuento. Pedimos enseguida unas cervezas Stella de litro para aplacar nuestra sed y algunos se piden gaseosa en lata (no trabajan con línea Coca, solo Pepsi). La cerveza llega rápido y bien fría como debe ser. Luego pedimos de entradas dos porciones de papa fritas, una a la provenzal, que llega con un olor a ajo impresionante, riquísima, se notaba que habían recién picado el perejil y el ajo, para que a nadie se le ocurra besarnos en las próximas 24 horas. Misión cumplida. Bueno, vamos a los platos principales. Yo, como soy medio saludable, me pido un panqueque n. 567, que es de masa de espinaca con relleno de ricota, espinaca, nuez y aceitunas: una exquisitez, me llega enorme en un plato con relleno generoso. La ricota y las aceitunas son frías y contrastan con el panqueque caliente. Los demás piden panqueque con cheddar cebolla, bacon huevo y tomate, hamburguesas con bacon y cheddar y un lomito completo. Algunos panes de hamburguesas llegan fríos en su parte externa, pero nadie se anima a reclamar para que se lo calienten, porque temen que vuelva como “especial” (miedo infundado, pero real). El lomito es muy abundante y generoso, una verdadera bomba. De postre nos pedimos panqueques rellenos de dulce de leche y banana, dulce de leche, crema y nueces y yo compartí uno relleno de crema americana, frambuesa y un toque de chocolate derretido: un conjunto de sabores que se mezclan perfectamente en ese manjar que bajé con un cafecito. Para la cuenta se sugiere llevar vaselina, porque no es barato, pero vale la pena. Una vez cada tanto se puede hacer para darse un gusto.
Muy rico como siempre! Aunque en comparación con otros lugares es caro para lo que trae el panqueque. La atención todo bien y el lugar esta bien decorado
Merendamos dos capuchinos un poco frío a mí gusto pero muy rico y un panqueque de dulce de leche queso crema almendras bañado en salsa de chocolate. La verdad nos sorprendió lo rico que estaba, el queso hizo que no resulte empalagoso, bastantes almendras y salsa tenía. Precio acorde a la calidad.
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