Santa Crepa

Lugar de comida rápida de crepes de todo tipo, tanto dulces como salados. Nos parecía una alternativa diferente a la hamburguesa y la pizza. Estaban muy ricos para probar algo diferente pero no es una comida wow. Pedimos de la carta: - Combo 01 (crepa de salmon, papas y limonada) - Combo 02 (crepa de pollo al curry con cebolla caramelizada, papas y limonada) El lugar también acompaña bastante. Sitio perfecto para ir de tardeo por El Rosedal con música y ambiente más alternativo.

Gran opción para comer al paso cuando se está por los lagos. Sobre todo al ser algo fácil de comer con chicos. Los precios son buenos/ razonables para la zona. La organización podría mejorar para que sea todo más rápido cuando se junta gente. La comida muy buena, con un buen relleno, no excesivo pero no le falta. Los que son más especiales vienen más cargados, el de langostinos traía más que el de jamón y queso. Al tratarse de crepes y no wraps es distinta la distribución. Aceptan mercado pago. El personal muy amable!

Excelente opción para comer algo rápido en el Paseo de la Infanta. A diferencia de la mayoría de los otros restaurantes, Santa Crepa tiene un menú mucho más sano y variado sin los precios altos de otros como Moii. Sirven especialmente crepas obviamente, pero también tienen ensaladas, jugos, licuados y tragos. La calidad de la comida es muy buena, puede que dependiendo el tipo de crepa que pidas pueda que tenga más o menos relleno. Las quesadillas también son riquísimas. En general las bebidas te las sirven apenas pedís, al costado de la caja esta la barra de bebidas asi que pasas de pagar a buscar la bebida. Y más lejos está la barra de comidas. Siempre te dan un vibrador para avisarte que podés pasar a retirar tu comida lo cual es súper práctico porque podés ir a tu mesa y tomar algo mientras. La atención es de primera. En general son todos chicos jóvenes de Venezuela, Colombia o México y eso es lo más lindo, se escuchan todos los acentos latinoamericanos. El restaurante tiene tres espacios bien diferentes. Por un lado, esta la terraza con un semi-techo y bancos compartidos que miran al rosedal. Es un lindo ambiente, y es más lindo de día. Si hay mucha gente puede ser un poco molesto la gente pasando por la vereda o las motos y autos que estacionan cerca. Después está el restaurante interior, que tiene muchas mesas y uno siente la vibra del lugar. Los baños están justo en el medio del restaurante. Y el tercer espacio es el patio de atrás, que da a las vías del tren (que no se ven). Este espacio es muy lindo de noche, son menos mesas y sillas y mucho más tranquilo. Los viernes y fines de semanas suele haber música en vivo. ¡Permiten pagar con Mercado Pago el cual uso bastante! Vale mucho la pena y lo recomiendo, suelo ir seguido.

El lugar es muy bonito y relajante. Te atienden rápido y comés bien. Nosotros comimos una crepa guey especial que tiene carne, palta, queso y verduritas. También papas con cheddar a las que le pusieron bacon por error. Las papas tenían muy poco cheddar por lo que eran mas bien papas fritas. Tomamos los smothies de mix de berries y anana con frutilla. Recomendado para un día lindo por la tarde y sentarse fuera.

Buena calidad de los productos con precios acordes. El wrap es súper abundante (el de salmón tiene verdaderamente salmón y en cantidad!), las limonadas son ricas aunque podrían ser un poco más grandes. Las crepas dulces son ricas aunque esperaba un poco más. Los precios varían desde $140 a $160 (tanto dulce como salados). El lugar acepta mascotas en las mesas de afuera.