Excelente restaurante en Colegiales, lo recomiendo. Atención cordial y rápida. Platos abundantes, la carne que pedimos a buen punto y sabrosa. Cocina a la vista e impecablemente cuidada. Ex tornería industrial, guarda el encanto de entonces. Tiene barra de tragos separada para eventual visita rápida. Lugar agradable, no muy ruidoso. Vinimos dos personas sin reserva y sin problemas para ubicarnos un sábado a la noche, igualmente aconsejo reserva previa para más personas.
Que comida !!! Que lugar !!! Muy pero muy buena comida. El pan que te colocan al sentarte a la mesa es buenísimo y además te colocan un humus excelente. Pedí locro y empanadas (25 de Mayo), las empanadas buenísimas, realmente buenísimas, aunque un poco costosas (150 x 2 empanadas), el locro también muy bueno aunque era poca cantidad. Luego pedí de postre “degustación del chef”, cuesta $600 pero de verdad que vale la pena, muy bueno, además alcanza para 3 personas. Tengo que volver para probar los otros platos que se ven muy buenos
Hace tiempo tenía ganas de probar su cocina y la experiencia fue muy buena. El lugar es muy agradable, relajado y sin pretensiones ni lujos, te sentís como en tu casa. Tiene una decoración industrial y minimalista (ya que era una antigua tornería y se mantuvo esa esencia). Una atención excelente, super amables y atentos, a pesar de que el lugar estaba lleno todo estuvo muy bien y a tiempo justo. La comida: la panera muy rica aunque un poco escasa, los chipá son de locos! comería solo eso... La carta se ve que va variando regularmente. Pedimos de entrada unas mollejas con miel de jalapeños que quedaba perfecto y el plato en si estaba rico pero les faltaba crocantez y la crema de papá aunque estaba riquísimo es difícil de comer y hasta incómodo (casi que necesitas cuchara). Unos Fetuccinis con salsa "picante" y frutos de mar exquisitos! No le escatiman con los bichos (muy bien). Lomo envuelto en panceta con salsa inglesa y crema con una papa en espiral gratinada, el punto de la carne estaba muy bien aunque le faltaba un poco de temperatura y el plato estaba rico pero como que le faltaba algo (sabor). Lo recomiendo y volveré a probar alguno de los risottos, el precio está acorde a la calidad. Si van de mas de dos personas traten de reservar antes.
Como puede verse en las fotos que adjunto a este comentario, hay que atravesar la puerta negra y luego las cortinas del mismo color. Y ahí nos encontramos con el salón. Muy bien decorado. La distancia entre mesa y mesa es ideal para no escuchar todo lo que conversan a nuestro alrededor. La cocina se encuentra a la vista, por ende, desde cualquier mesa que nos ubiquemos, veremos al chef trabajar.
La comida fue excelente: recomiendo el tapeo para empezar. Para el principal: me encantó el cochinillo o el ojo de bife (fuimos dos veces).
Lamentablemente, la excelencia de la comida se vio opacada porque la primera vez que visitamos el lugar se olvidaron de traernos la entrada y llegaron directo los principales. En la segunda oportunidad que fuimos, no nos quisieron acumular dos descuentos que teníamos (uno dado a modo de disculpa por el olvido que conté renglones atrás) y el otro por abonar con Club La Nación, como bien lo dice la carta.
De todas maneras, cuatro estrellas.
Fuimos por un regalo (bigbox) en un menú de pasos.
Comenzó con un cebiche el cual estaba balanceado, pero llegando al final del plato se pasaba de acidez, 3.5 de 5
Prosiguió con una provoleta con miel de jalapeño integrada en una salsa criolla; un escándalo 5 de 5.
Continuamos con un risotto de hongos con queso brie que estaba rico pero le faltaba sal. Aunque los “cachos” de queso brie estaban muy brutos, reconozco que era equilibrado. 4 de 5
Paso siguiente fue una bondiola braseada que se deshacía en su salsa con un puré de batatas finísimo. Hubiera repetido el pure, ya que era un terciopelo como se acostumbra decir ahora... 4.5-5 porque la bondiola, al contrario del risotto, tenia un exceso de sal.
El postre, último paso, un helado saborizado con jengibre y un cuadrado estilo budin de naranjas y especias: un punto a favor para terminar de la mejor manera el menú de pasos. 5-5.
Me encantaría dejar 5 estrellas pero hay algo que no nos gustó: el vino se servía en vaso y estaba pasado de alcoholico. El vermouth, muy buen aperitivo para comenzar.
La conclusión, luego de este largo review es: Vayan! Vale la pena 100%!
me parecio un ambiente descontracturado y a la vez muy cálido. la cocina a la vista me encantó y ademas estaba bien acustizado el sonido a pesar de ser un ambiente grande. Ricos platos y muy lindo presentados. Detalles con consciencia ecologico como una bombilla de metal o el agua embotellada en vidrio.
Porción bastante chica. Buena atención. La carta es de pocas opciones, lo cual valoro bastante. Había pato, muy rico, y salmón que no sobresalió más que en los gajitos de pomelo. Imperdible el postre de frambuesas, crema y pimienta roja.
Excelente calidad de comida, porciones generosas y muy buena atención. Quise una copa de vino y me dieron a degustar dos opciones
Iñigo Berazadi Berazadi
+4
Me gusta mucho la ambientación del lugar, estilo taller, con paredes despistadas elementos metálicos mezclados con madera. La cocina bien a la vista, más que a la vista todo junto en el salón, solo separa unas mesas metálicas.
La comida estuvo bien, tampoco deslumbrante. Soy vegetariano, tampoco es que tengan muchísimas opciones, pero si es cierto que pedimos una picada "veggie" que estuvo muy bien. Tenía hummus, babaganush, Falafell, una ensaladita tipo griega, un pan tipo pita. Todo rico, para mi faltó un poco de pan y el Falafell (6,5 pts) podrían mejorarlo, un poquito insípido. El hummus (8,5 pts), realmente bueno. Babaganush (8,5 pts).
Por otro lado pedimos una problema (9pts) muy buena, perfectamente hecha, bien dorada sin aceite chorreando, muy bien.
También sumamos a la mesa unas papas huancaina con huevo frito y pimentón (8). Estaba muy sabroso, pero creo que la salsa huancaina no es la mejor, se puede superar.
Los postres, probamos los 3, sambayon (9pts), copa tornería (9pts), brownie (6,5pts). Estaban muy buenos.
Los precios razonable y la atención bien, sin grandes lujos.
Alejandro Vilche Juarez
+5
Pasábamos caminando y nos gustó el menú y ambientación. Pasamos un excelente momento. La comida se destaca por su presentación y la variedad de sabores, son platos originales muy bien pensados. Hay una barra de tragos donde también se destaca su elaboración. Volveremos!
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