Que gratificante experiencia, un mimo al corazón es este lugar. Por favor vayan. Fuimos a cenar, comimos el menú por pasos de $15.000 por persona que incluye, entrada, plsto principal y postre a elección (dentro de una variedad de 3 por cada uno).
TODO pero absolutamente TODO era exquisito, un elixir al paladar, hasta la canasta de pan es casera, hecha ahí mismo, un poema.
La selección de vinos es amplia y especialmente seleccionada. Dejo fotos de lo que comimos y tomamos :)
Aquilino es una experiencia. Atendido por sus dueños, la carta cambia cada 45 días.
Tienen vinos de bodegas muy chicas y elegidos uno por uno.
Es un menú de cuatro pasos con elecciones en cada paso. Gustos para todos los paladares y un ambiente muy íntimo, de secreto entre amigos.
La luz de las velas y la jarra de agua fresca siempre llena hacen que la noche se sienta como en casa.
Una joyita en el corazón de Vte Lopez.
Aquilino es atendido por sus dueños, un resto de estilo cantina con platoa gourmet originales y sabores especiales.
Con solo 10 mesas es un lugar tranquilo para ir en pareja o con amigos a charlar y pasar un buen rato.
Volveremos!!!!
Es uno de esos lugares donde desde que entrás te inunda la paz y tranquilidad que lo circunda y te predispone a disfrutar con todos los sentidos. La comida exquisita, la música suave y relajante, la atención sublime y la ambientación de un delicado estilo francés (con toques locales) te hacen desear que la noche no termine.
Excelente bistró en pleno Vicente López. La atención cuidada de Liam con recomendaciónes de sus platos gourmet. Cena en 4 pasos. Hay que ir y dejar que Miguel , su chef, te sorprenda. Todo es súper rico. Probé el huevo pochado con remolachas y el cordero. Mousse de chocolate exquisito. El vino rosado maridaba convenientemente. Decoración antigua muy agradable, con luz de velas, muy tranquilo, ideal para conversar. Me recordó a algún bistró parisino. Para repetir! Es pequeño, hay que reservar...
No fuimos a comer, fuimos a tener una experiencia totalmente distina. Destacamos el ambiente sobre todo, un lugar calido serio y tranquilo. Que, al ser pequeño da una sensación de confortabilidad.
Elegimos la opcion del menú de 4 pasos; la atencion del personal hace que sea una experiencia mucho mas llevadera, todo bien explicado, y muy atentos a las necesidades del comensal.
La comida de Miguel, una exquisites que se renueva cada mes y medio. La delicadeza, claramente tenemos planeado volver en un tiempo a probar las sorpresivas delicias que ofrecen.
No suelo escribir reseñas serias, pero este lugar definitivamente lo merece, quedamos encantados.
Fue mi primera vez allí y la experiencia no podría haber sido mejor. Tenés que ir preparado a hacer un viaje a través de tus sentidos. No solo el gusto y el olfato. La guía amable de su dueña te lleva a disfrutar cada paso de tus elecciones sobre un menú sofisticado y delicioso. La vista del lugar preparado con evidente amor por el servicio hacia quienes visitamos su casa de un cuidado estilo ecléctico. El respeto por la escucha del otro en un ambiente de sonidos suaves y la delicada sensación del tacto sobre una vajilla intemporal y perfecta.
Todos los sentidos abrazados en el escenario de una cena inolvidable.
Menú que se renueva cada 45 días. 4 pasos con 4 alternativas de casa uno
Muy recomendable
Pequeño pero acogedor y con mucho estilo, en el corazón de Vicente López, este restaurante situado en una esquina es realmente un placentero hallazgo. Buenas mesas y sillas, impecable mantelería y vajilla de antaño le dan un toque de calidez muy bien logrado.
El menú cuenta con opciones gourmet más que interesantes y la posibilidad de tener una cena por pasos. En cada plato se puede apreciar como algo común es llevado a otro nivel. Los precios están muy bien y la atención es muy cálida.
Quién se encuentre por la zona, no dude en ir a probar las genialidades del chef en su pequeña cocina a la vista.
En una esquina de Vicente López abre sus puertas este pequeño pero acogedor bistró que plantea la experiencia de cuatro pasos. La carta de vinos es variada en cepaje pero no en etiquetas, lo que se soluciona con la existencia del descorche. Hay algunas opciones también por copa. En cuanto a los platos, el chef Miguel Pallini se luce con algunas de las propuestas y entre las que más me cautivaron estuvo el paté casero con pickles de nabo y reducción de soja y miel está genial, al igual que la sopa de cebollas al vino tinto. El cordero es una gran opción entre los principales y el Napoleón de Frutillas y Lima lo es entre los postres.
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