Casa de comidas porteña tradicional. Menu variado y buenos precios. Excelente atencion. Recomendable.
Lugar muy agradable, muy buena atención. Menú variado, precios razonables, porciones abundantes y muy buena canasta de pan, con "manteca" y empanada de entrada incluida en el servicio. El local está aggiornado. Los baños es lo más flojo, algo viejos y con falta de mantenimiento. Para sentarse hay distintas alternativas, mesas cuadradas, redondas y bancos largos.
Buen lugar, buena atención.
Abre hasta altas horas de la noche, todos los días.
En la planta baja posee un gran espacio para sentarse a comer y en el primer piso 4 mesas de pool y más mesas y sillas, mientras que la vereda tiene mesas y sillas por igual, con sombrillas disponibles.
El valor del pool ronda los $30.
Lo más caro de la carta son las pizzas y la cerveza.
Recomiendo no pedir pastas, suelen tener consistencia pasada y la salsa es muy espesa.
Por otro lado, la lasagna es digna de pedirse.
El precio es bajo, el sabor es excelente y la bandeja rinde para dos personas.
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