Buscando lugar para hacer tiempo me llamó la atención la vidriera de este lugar a pasos de Av Belgrano al 1700. Me resultó un lugarcito de apariencia muy agradable. No muy grande pero con unas cuantas mesitas, carteleras escritas con tizas de colores, cuadritos, cartelería medio vintage, todo prolijo y limpio. Pastelería con buena pinta y blend de té en hebras fueron más que suficiente para convencerme. Había algo para comer también y bebidas frías. Fondue de chocolate con frutas de estación! Eso lo ví cuando me iba y me pareció muy novedoso ja. La atención fue muy buena y como estuve un buen rato pude apreciar que era algo característico porque llegaban personas grandes aparentemente habitués y les trataban de forma cálida y familiar. Había gente trabajando con notebooks también y algún que otro grupo de amigos. Mi té estaba riquísimo igual que la porción de torta tibia de manzana verde que era gigante. Precios convenientes. Lindo ambiente tranquilo. Recomendadísimo.
Me pedi unas medialunas con una lágrima, y estaba excelente. Se nota que es todo casero y tienen en la vidriera sus productos.
El lugar es chico pero muy cálido. La mesera y cajera súper amables.
Lo recomiendo al 100%
Repostería increíble. De casualidad entre y pedí una porción de torta de manzana. Para mi sorpresa ne encontré con una Tart Tatin de sabor idéntico a la original francesa, que tuve el gusto de probar en París. El resto de lo que tenían expuesto se veía muy rico y casero. El precio más que razonable. La moza muy amable y calida. Consejo: Vayan y prueben. 100 por ciento recomendable.
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