Llegamos en familia temprano (pasadas las 21hs, 4 integrantes) y había lugar para elegir. Más tarde se formó una cola en la entrada por estar todo ocupado. Lo positivo (+) y lo negativo (-): + El precio está acorde con el servicio ofrecido. Las reglas de la casa se informan de antemano y evitan sorpresas posteriores. Lo que se pide y no se consume, se abona aparte. "Come todo lo que quieras" dice su slogan. + Nos atendió Sebastián principalmente, un joven carismático que nos atendió en todo momento con celeridad y muy buena onda, demostrando lo mejor de su oficio. Incluso se ofreció a sacarnos una foto familiar. + Todas las variedades de pizzas de la carta fueron ofrecidas, donde destacaron las de cerdo, pollo y Roquefort. El resto también estaban exquisitas, pudiendose comer hasta el borde exterior. No estaban saladas de más, la bebida alcanzó para acompañar las porciones. + La ubicación es correcta, encontramos estacionamiento a escasos 100mts y la vuelta de la esquina se encuentra el centro comercial. + La disposición de las mesas permitía su paso entre ellas, hasta que se llenó el local, como es lógico. Posee también mesas a la calle. - El baño masculino me pareció chico, pero se lo veía limpio y con los accesorios necesarios para una visita rápida. Conclusión: muy recomendable, volvería pero está vez con un apetito más preparado. ¡Felicitaciones!

27/12/22 pedimos pizza libre. La variedad es buena y la masa muy rica. $1300 x persona +bebida $350 gaseosa chica. Recomiendo ir temprano xq podés pedirte los gustos, ya cuando se va llenando tenés q esperar a ver q sale. La atención es buena y tiene mucho espacio. Cómo casi siempre, el baño podría mejorar. Lo demás de 10.