Ambiente rústico, que te traslada como un viaje en el tiempo, ofrecen Gardel de fondo y cuando se corta el casette pasan a una cumbiecita boliviana muy alegre.
Recomiendo empanadas de carne fritas, sufro de gastritis y fueron una caricia a mí estómago, livianas, sabores definidos, tamaño justo. Promedio de consumo: 5-6 unidades per cápita. Precios acordes
El señor que atiende es casi parte de la escena, serio y de pocas palabras pero muy eficiente.
Para mí es un sí eterno.
Volvería y recomiendo
Es un lugar de encuentro de amigos milongueros , profesores de tango y folklore, y degustar riquisimas empanadas. Excelente atencion de sus dueños
Las mejores empanadas que comí en Salta !! Jugosas en su punto justo y con un sabor exquisito. El mozo súper amable. Se había quedado sin coca con la de litro y la fue a comprar. El lugar es bohemio con música regional. Ambiente tranquilo al mediodía y con rápida atención al mediodía
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