La Urraca Cocina

Excelente comida a muy buen precio!!!

Experiencia espectacular. Cada vez que volvamos a la cumbre vamos a volver. Vinimos 8 personas, comimos entradas perfectas y platos principales riquísimos y abundantes por persona. Muy bueno todo. La atención espectacular. Relación precio calidad muy buena. Excelente atencion de Paula.

Hermoso lugar para disfrutar en pareja o en familia. Si bien no hay menú infantil, pueden adaptar los platos. Es gourmet pero no tan sofisticado. Abundantes y sabrosos. El servicio es excelente... Muy cálido. Muy recomendable la costilla y la bondiola. Comer bajo la sombra de los árboles es muy especial

Llegamos a este lugar por una nota que leí hace un tiempo en el diario. El lugar al mediodía no acepta reservas, por lo que hay que ir temprano si uno quiere conseguir mesa. Llegamos a las 12:30hs, y en 5 minutos se había llenado. El lugar super hermoso pero chico. Adentro no tiene para más de 5 o 6 mesas. Después tiene como un patio interno con más mesas y el horno de barro a un costado. Hermoso para días de calor. Amablemente nos contaron los platos del dia, especialidades y pedidos. Para tomar pedimos una limonada. Y nos aflojaron el estómago con una manteca salada y un paté de hígado casero con pan calentito. Arrancamos con las tostadas de morcilla con chutney para compartir. Muy ricas. Nunca había comido morcilla como entrada, y la verdad que se pasaba. El único tema, es que debajo del colchón de morcilla, solo había 2 tostadas. Y deberían haber sido por lo menos 4 por la cantidad de morcilla que sobró. Tuvimos que pedir pan aparte para poder seguir comiendo. Seguimos con el Dúo de mar y tierra, que en si es una entrada, pero bastante abundante para reemplazarla por un plato principal. Pinchos de langostinos y lomo, y croquetas de jamón crudo. Yo me pedí las ribs con papa en camisa. Importante aclarar, que el. Pato principal se podía combinar con el acompañamiento que uno quisiera. No estaba atado a lonqie decía la carta. Eso está genial. Mientras se iban acercando con el plato, se sentía el aroma a ahumado. Cuando las trajeron....wow! Lejos, las mejores ribs que he comido. Super ahumadas, super tiernas, super jugosas, super abundantes. Hasta la barbacoa era casera. Por último, de postre, pedimos crema catalana (he probado mejores). El caramelo podría haber venido caliente. Pero seguro ya la tenían armada así. Y helado. No sé de dónde lo habrán sacado, pero parecía casero. Super sabroso y cremoso. Vale la pena hacerse un viaje desde Córdoba a la Cumple para venir a este lugar? Definitivamente SI. Lugar: 8/10. Servicio: 8/10. Comida: 9/10. Bebida: 8/10. Precio: Caro. Volvería? Definitivamente para probar la bondiola braseada y para pasar por La Catalina, que es un ahumadero que tienen ellos al frente, dónde hacen las ribs, salmón, entre otras cosas. Aceptan tarjetas. Pero si se paga en efectivo, hacen un 10% descuento.

Caí un día antes que el resto de mis amigos, quería vivir el lugar a solas, leyendo algo, siguiendo las recomendaciones de muchas opiniones de acá y fue lo mejor que comí en un buen tiempo, definitivamente lo más rico que comí en Córdoba las veces que tuve el placer de visitar. Tenían una entrada que si estás sin hambre puede ir como principal, tartare de salmón ahumado, exquisito, fresco, liviano, sin exceso de limón (yo le puse más porque me gusta), sabores balanceados sin ese protagonismo invasivo del salmón ahumado, aportando sin pasarse. Los vegetales y todo en su cantidad justa. Cómo principal pedí la bondiola con una ensalada completa porque no estoy pudiendo comer papa. Era todo lo que dijeron acá y mucho más, se notaba el sellado y la cocción oportuna de la bondiola, larga sin secarse jugando con vegetales con buenas texturas y la oportunidad de agregar un toque de agridulce que si no me equivoco era un poco de remolacha caramelizada, no comi mucho como para identificarlo, estaba excelente así. Me hubiese gustado que la ensalada en vez de venir en el mismo plato viniera en un bowl aparte, con alguna vinagreta de la casa o condimento secreto que me sorprenda tanto como lo demás. Me permitió elegir qué comer y que no (porque era muy abundante) pero resultó un poco opaco frente a todo lo demás. El servicio es un tema aparte, sentí que me recibía la mamá o la tía de un amigo de muchos años, la hospitalidad genuina que no tenía esa mueca del peso de tener que hacer eso cotidianamente, sino como un honesto gesto de bienvenida y alegría. Las mozas unas genias, cuando venían a preguntar cómo había estado todo, a pesar de que estaba leyendo, no era en lo absoluto molesto o incómodo, como quien espera el halago, sino como una intención real de saber si necesitas algo y simplemente no te animas a llamarlas. Es muy difícil tener esa habilidad en la atención en gastronomía, nada más incómodo y desagradable que la expresión de interés fingida o forzada en la atención de alguien. Los precios me parecieron razonables para ser temporada, con esa calidad de atención, con ese ambiente tan de familia numerosa y claramente con esos platos e ingredientes tan específicos y bien combinados.

Muy recomendable, si visitas La Cumbre tenés que cenar aquí. Excelente propuesta. Es un lugar íntimo, reservado y tranquilo, sobretodo acogedor para familia, parejas y amigos. Algo muy interesante es que no se puede ir con niños pequeños, lo cual aporta mucha paz al lugar. El espacio literalmente da la sensación de entrar y estar en la casa linda de una abuela. Te da la bienvenida la dueña y luego te atiende el personal, la cocina a la vista (de valorar). La comida 10 puntos, buenos sabores, buena cocción, buena cantidad. La atención impecable. Los precios acordes a la propuesta, no es barato pero está a la altura. En primer lugar te traen appetizer de manteca con sal gruesa y pan casero (calentito), pedimos de entrada Duo de Mar y Tierra, de plato principal Ribs de Cerdo ahumadas con Papa en camisa y Bondiola con puré de batatas y de postre Frutillas con Crema Chantilly (casera) y merengue. Para tomar pedimos un vino tinto Salentein Malbec Reserva. Gastamos por persona aprox $4.000. La carta tiene buena cantidad de propuestas como así también la de vinos.