Dos Onzas

Lindo lugar para disfrutar una cena. Muy buena carta de tragos. Excelente ambiente y música.

Muy buenos cócteles!!! Nos atendieron muy bien!

Excelente lugar, muy bien ambientado, atención rápida y comida abundante. Los precios son razonables. Tuve un percance y sin darme cuenta, me olvide de mi tarjeta de crédito, el cajero un genio me persiguió dos cuadras para devolvermela.

Dos Onzas es la nueva propuesta coctelera/gastronómica de la zona de Güemes. Abrió hace unas semanas y tenía especial ganas de ir porque está emplazada donde antes se encontraba uno de mis bares favoritos y de los pioneros en la zona: Santa Lupita. Así que allá fuimos. La primera (gran) sorpresa se dio cuando entré y vi cómo lo habían remodelado. Es impresionante el laburo arquitectónico que tiene. Se conservaron los salones inferiores pero se armó una terraza de dos niveles que es realmente para pasarse noches y noches ahí arriba. En la parte de abajo quedó una barra enorme, alucinante, con una postal de botellas que te hacen agua la boca. Elegimos la terraza y nos trajeron las cartas. La propuesta gastronómica (bastante escueta) que en variedad no excede a la oferta de la zona: tablas, papas, pizzas. No las probamos, no puedo opinar. En cuanto a los cocteles, la carta que nos ofrecieron tenía una serie de cocteles de autor, personalizados, por lo que era muy difícil identificar de qué se trataban; cuando le consultamos a la moza nos dijo que tenían todos los clásicos pero que consideraron que no valía la pena aclararlo en la carta (yo creo que sí, aunque no sea con esta simple línea: Además tenemos todos los tragos clásicos). Yo pedí un Tónico de las sierras (Gin tonic con un bouquet de hierbas) que estaba bastante bien, no descollaba y me costaba separarlo de un gin tonic convencional. Mi amigo pidió un negroni y ahí se complicó, porque la moza preguntó "¿ne-gro-ni?" así, deletreándolo. Quizás ella no estaba al tanto de qué se trataba, puede haber sido puntual, pero no es un dato menor; o sea, es un negroni. Igualmente, el trago estuvo bien, pero tampoco descolló. También tienen ofertas de vino y de cervezas, que son de las mismas variedades que ofrecen en toda la zona. En cuanto al precio, bastante saladitos. Un poco por encima de la línea de Güemes (aunque no demasiado, pero se nota). Principalmente cuando ves que los cocteles no son para tirar fuegos artificiales (ojo, están bien, cumplen, pero no a la altura de un bar que se precie de tal). Por último, quizás la observación más evidente tiene que ver con el tema de los baños: Dos Onzas mantiene los mismos dos baños que tenía Santa Lupita, algo completamente irrisorio más cuando se tiene en cuenta que, al menos, se duplicó la capacidad del lugar y que para la capacidad anterior ya se quedaban cortos con este asunto. Así que si vas, no esperes a que te gane y andá con tiempo y paciencia. Igualmente, para volver, sé que con el tiempo van a pulir estas cosas.

Tragos de muy buen nivel, oferta gastronómica chica pero muy buena. Tienen dj en vivo con muy buena música y a un volumen bajo lo cual deja conversar tranquilamente. Un lugar genial