Paramos de casualidad porque nos tentó los ñoquis de la pizzara. Mamá los pidió y eran blanditos (ella pidió que se lo pasen de cocción para que pueda comerlos, así que no tenían mucha harina y pudo comerlos bien) Yo me pedí el matambre al roquefort del menú del día que venia con una bebida. La verdad que todo muy rico. No lo terminé porque venía con papas y me lo llevé para terminarlo en casa.
El lugar es lindo. La moza muy buena onda.
Es la 2da vez q vengo, y la comida es lo más rica, re fresca. Las picadas son un manjar. Ahí te das cuenta de la calidad y lo fresco. Los bagues riquísimos. Pero lo mejor de todo es la limonada de frutos rojos tiene rodajas de lima. Yo pedí la jarra q debe de tener 1 litro. Super natural. Tienen cerveza tirada, baños son sin género limpios. Tenes 2 entradas una para llevar al paso y otra q es en salón para comer. Mesas afuera bastantes pero aconsejo q vengan temprano xq se llena.
Una esquina hermosa, con un menu super variado que tiene desde sanguches simples hasta pastas elaboradas, opciones veganas. Tambien tambien buenas tortas por si queres con un cafe de postre. Lo unico que no me gusto es que adentro es bastante ruidosa y poco espacio. Nosotros cenamos varenikes, un sanguche de salmon rucula y queso blanco, una pinta de cerveza y una jarra de jugo de mango y frutillas y gastamos $7300 y comimos excelente! Los mozos super atentos!
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