Se convirtió en una extensión de mi cocina. Infaltable de la semana. Comidas todo super casero y gigantes. Somos 4 y pedimos dos platos y nos llevamos para casa. La tortilla de papas babé , comen 3 y las milanesas son gigantes. Ahh me olvidaba, la provoleta mas grande que comí en una parrilla. Precio, calidad insuperable.
Bodegon porciones abundantes y a buen precio
El salon interno dispone de pocas mesas. Suerte q en la vereda dispone de otros 80 cubiertos aprox (protegidas x cerramiento lonera y cristal). El servicio es lento para nuestra locura capitalina. Lo definiria como un lugar para relajarte y disfrutar la rica comida q elaboran
Te reciben con una entrada de aceitunas, longaniza y panera. Pedimos para empezar: chinchulines trenzados(3 trenzas en la porcion)😋😋 y tortlla de papas😋😋(pican 6) acompañamos con lopez blanco 3/4 . Eramos 2 quedó mas de la mitad. Ya estabamos satisfechos. Volveremos nos quedamos con ganas de la milanesa. Gastamos $7300 ( aprox u$s10)
Rico asado. Mejoraría el servicio con otra moza. Pero se come rico y la carne muy buena!!! Volveré
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