Hermoso lugar, muy cálido y acogedor. Tiene muchos discos y pasan música en vinilo. Ayer estaban pasando funk y soul pero deben pasar también otros géneros porque en sus paredes también había discos de rock, por ej. Las hermosas joyas musicales que habrá en esas bateas cargadas de vinilos! La atención fue muy amable. La carta de comidas es un poco acotada, con algunas empanadas (la de carne frita un 10!) y sándwiches (vegetarianos o de jamón crudo, sugerimos que también agreguen de jamón cocido qué es un clásico), tortilla d papas y algunas cositas para picar. Hay vinos, aperitivos y cervezas. Creo que es un lugar al que voy a volver muchas veces porque su ambiente me pareció espectacular y mantiene una buena relación precio-calidad.
Buena atención y lindo ambiente para disfrutar de un fresco vermucito con música en vivo y luces bajas. Y qué mejor que llegar y que te digan que podes disfrutar de un rosso por solo 1000 pesos, hermoso. Lo acompañamos del clásico triolet, nada más que agregar.
Le haría una oda al bohio relleno de verdura, suntuoso con masa de hojaldre. Al knishe le hago una canción de amor y a vos, sándwich veggie, fue un placer conocerte. Encima tocó un trío de jazz harmoso! Una sola moza que la rompió toda y rico vermuth. Voy a volver! Gracias
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