Experiencia increíble en menenga. Pasaba siempre con el 84 y queria ir para comer tremens burga. Así fue.
Los platos muy abundantes y ricos en sabor, en especial las salsas picantes (una es de la casa). Los precios están muy bien porque vale la pena la calidad, amor y frescura de los alimentos.
Les deseo lo mejor ❤️🩹.
El lugar es chico, tiene opción para ir adentro o afuera. Adentro salís con mucho olor a comida porque el espacio no es grande. Las entradas son muy buenas, recomiendo las empanadas fritas. Las hamburguesas son muy ricas, las papas no eran aceitosas ni grasosas. Hay variedad para elegir. Los postres no se destacan, no hay variedad y no los volvería a pedir. La atención es normal. Gastamos $5.400 por persona y pedimos varias entradas, hamburguesas, bebidas y probamos todos los postres.
Lo más destacable sin dudas la comida que es deliciosa, el falafel sobre todo (agregaría una hamburguesa vegetariana en el menú para los no carnívoros amantes de las hamburguesas). Los vinos me parecieron un poco caros, no sé porqué, ya que la comida por el contrario es barata. Muy buena onda la chica que nos atendió. Volveremos.
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