Bacán

Antes que nada: Cambió el cocinero, y la carta. No fui antes, pero en base a las reseñas estaba mal administrado. Mi experiencia personal fue excelente. Nos recibieron con una panera y una pasta alioli, acompañado de unos vacitos con Campari. Pedimos de entrada unas mollejas, excelentes. Después por plato pedimos: Un salmon con una salsa de reducción de oporto (560$) y una carne agridulce con puere de barata y manzana (450$). Excelentes ambos platos. De postre un crocante de manzana con helado que estuvo bien. Las porciones son individuales, no es para compartir. Los platos rondan los 400/500 pesos. Un plato por persona está bien, pero sumaría una entradita por las dudas. La ambientación del lugar es lindisima, y espectacular para una charla larga y cómoda. Llevaría entre 700 y 900$ por persona. Pero es excelente y lo vale.

Excelente comida y destacada atención. Una carta justa y con las opciones ideales. El ambiente tranquilo y mozos profesionales. El chef vino a la mesa a consultar cómo estuvo el menú, muy atento. El precio le hizo perder una estrella, podría darse la misma calidad a un 20 % menos. Recomendable

Quien está a punto de leer esta reseña, le recomiendo que, previamente, recuerde alguna experiencia donde todo haya salido a la perfección. Una vez que la memoria haya funcionado, traslademos esa sensación gratificante a este lugar. No quiero pecar de exagerado, pero nuestra (x2) fue tal cual lo acabo de adelantar. A través de "restorando" reservamos una mesa para dos a las 13.30 horas (que, aclaro, dicho portal otorga un 20% de descuento si se abona en efectivo). Llegamos y nos recibieron muy amablemente. El ambiente es muy ameno, lindo y con una acústica muy amigable. Nos atendieron dos mozos a la vez aunque tuvo mayor presencia una muchacha de pelo corto -que, durante todo el almuerzo, fue muy buena onda, atenta y cortés-. Nos trajeron el menú y la carta de vinos. Luego de haber ordenado nuestros platos, llegaron unos daikiris sin alcohol de cortesía, una salsa a base de salmón y una panera. Nuestro pedido fue el siguiente: - pulpo en dos cocciones con papines (entrada); - cordero en ragú con vegetales y hongos (principal); - solomillo cremoso de batatas al caramelo... (principal); - dos copas de vino tinto Álamos malbec; - agua sin gas; - flan de coco (postre) - dos cafés. Empiezo por el vino: servido en temperatura ideal. La medida fue generosa y no hizo falta repetir. El único vino -tinto- que tienen por copa fue el que nos trajeron. Luego, a los pocos minutos, llegó la entrada que estuvo exquisita. La combinación de sabores en el paladar motivó que haya entrado en calor para recibir mi plato fuerte: el cordero. Y fue muy bien bienvenido! Entre plato y plato, hubo una diferencia de -aproximadamente- 10/15 minutos: fantástica sincronización. Ambos platos principales -probé los dos- también estuvieron exquisitos. El punto de cocción y la temperatura: 10 puntos. Me estoy dando cuenta en este momento que no tengo muchas palabras para describir y explayarme acerca de la comida, así que, quien se encuentre leyendo esto, le aconsejo firmemente visitar este lugar y pasear por todo el menú. Por último, la camarera nos hizo la siguiente recomendación: "el flan de coco es impresionante". Así que, por supuesto, le hicimos caso y tenía razón. Adjunto foto de todo lo aquí narrado y aclaro que los precios del menú son de septiembre de 2018. 5 estrellas más que merecidas a este buen lugar.

Un etilo de cocina distinto, fresco e innovador. Preparación de platos de calidad con importante atención personalizada. Muy recomendable su visita en el nuevo polo gastronómico de Av Caseros

Muy buen lugar en el polo gastronómico de la zona sur de la ciudad. Los platos son abundantes y los precios acordes. El brunch es uno de los mejores de la zona