Excelente atención, siempre preguntando si necesitábamos algo, si estaba rico o si estábamos bien. La comida es riquísima. Abundancia de cheddar en las papas fritas, de crema en el croissant y mucha miel en los waffles (lo que los hacía un poco empalagosos).
Nos sirvieron primero la bebida, y pasado un rato la comida pedida, aunque no fue con mucha demora.
Hermoso ambiente, se come mientras se convive con la naturaleza. Muchas plantas y árboles, es al aire libre. Estaba lleno de unos insectos amarillos que aún no puedo identificar, eran amigables. Muy buena decoración y música con vibras del 2018/19.
Muy buena experiencia con camareros simpáticos, totalmente recomendable para ir solo o en familia (a pesar de que algunos precios son elevados). Aproximadamente $1200 por persona.
Cuenta con una variada carta, calidad de sus platos y buen servicio. Un ambiente muy cálido y precios justos lo hacen muy recomendable.
Un lindo patio para compartir una cerveza y comer algo, siempre q el tiempo lo permita, ya q es al aire libre, en invierno si bien cuentan con estufas es frío para mi gusto. La pizza riquísima.
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