Fuimos a cenar porque nos habían recomendado probar la centolla. Cogimos unos cuantos platos con Centolla y la verdad que estaban todos muy buenos. Especialmente la sopa.
Generalmente suele haber mucha cola, pero tuvimos suerte y cuando fuimos no tuvimos que esperar.
El servicio dejó un poco que desear… la camarera fue bastante borde.
Por lo que probé muy rico, en si la experiencia muy buena en todo sentido, la trucha muy fresca y las rabas estaban muy bien, lo único que puedo decir que no me gusto del todo es que teníamos la mesa para dos al lado de la puerta de entrada y de la pecera con las centollas, entonces se juntaba gente a verlas entre ellos nenes. Después todo bien y la atención muy amena.
Elegimos este lugar porque nos pareció muy acogedor desde afuera y con comida muy casera en el sentido de respetar las preparaciones locales. Fue mejor de lo que nos imaginamos porque fue todo eso con un toque gourmet.
Queríamos probar centolla, que es una comida bastante cara, pero vale la pena si viajas hasta acá. Buena preparación, rápida atención, precios altos, pero no hay forma de que sea más barato si el plato central es la centolla. Dos empanadas chicas costaron $7400 pesos (más o menos $10usd al cambio del día que fuimos). Dos entradas y un plato fuerte funcionaron excelente para dos personas. Pedimos las vieiras a la parmesana, por un gusto personal no lo volvería a elegir porque traen por dentro mucha salsa blanca; sin embargo todo rico. La próxima vez probaré centolla al natural.
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