Lugar asombroso. Desde la naturaleza que lo rodea., la limpieza y orden alrededor del lugar, el paisaje, el mar y las embarcaciones , hasta entrar a lo íntimo del restaurante con su decoración cálida, acogedora, con aires de muelle, aventuras, calidez. La atención es de primera en cuanto al asesoramiento de los platos y el servicio en general. La comida es cuidada hasta el último detalle tanto en la presentación como en la preparación. Los ingredientes, algunos elaborados por ellos , realzan los sabores de las comidas y las hacen únicas. Cada bocado es una explosión de sabores a descubrir que condimentos o elementos se usaron en la elaboración. Toda la elaboración es realizada en el momento, por lo que se deberá tener paciencia hasta que llegue la comida. Hay platos de minutas más simples y rápidos. "Muy recomendable "
![5]( "Recensione")
El viaje arranco apuntando a Puerto Almanza. Ninguna de las opciones gastronomicas parecia muy tentadora asi que el camino siguió hasta Punta Paraná, unos 5 kms pasando Pto. Almanza. El destino puso en mi camino Puerto Pirata. Qué maravilla. Un lugar un tanto precario pero que combina a la perfección con el lugar: un pequeño pueblo pesquero con pocas casas. Es recomendable reservar porque el lugar es chico. Muy cálido tanto en ambientación como en atención. El menú... sublime. Mejor que cualquier restaurant de Ushuaia y con precios iguales o incluso mejores para la propuesta que ofrecen. Platos generosos y originales, con la delicada y paciente explicación de las meseras, que son súper atentas. La empanada de centolla, riquísima. Las sardinas: frescas y con distintas texturas. El salmón salvaje estaba delicadísimo y en un punto de cocción perfecto. Y el róbalo envuelto en crocante de algas excelente. La verdad, un hallazgo. Y uno no puede parar de mirar los platos que piden los demás comensales porque todos están presentados de una manera espectacular. Más que recomendable!!
Manejamos 2 horas de ida exclusivamente para ir a este lugar, sin dudas superó nuestras expectativas. El ambiente es muy acogedor, super contrastante lo que uno ve con la calidad de la comida, no te imaginas que puedan tener ese servicio gastronomico destacante. Si te toca buen clima tiene un patio de juegos en el fondo muy interesante. La atención super bien, los precios son carísimos, +10k por persona, pero lo esperado para comidas de este nivel. El pulpo delicioso, nuestra porción un poco chica, pero todo estaba muy bien, la centolla excelente y los postres todos muy buenos. La verdad nada para quejarse. Si pueden ir no lo duden!
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