Perro Viejo es una sangucheria y pizzería ubicada no muy lejos del centro, con un ambiente informal, para comer con amigos o familia. El lugar está algo descuidado estéticamente, y suele haber poco lugar entre mesas o para moverse. Particularmente donde nos sentamos el piso estaba algo pegajoso, y la mesa también (cómo si hubiera sido pintado recientemente). En cuanto a comida ofrece sanguches varios (milanesa, lomito, etc) con la particularidad de ser hechos con pan árabe/ pizza, de la casa, y también pizzas. La carta indica en su mayoría menú para compartir (para 2, 4 y hasta 10 o más personas!). En bebida tienen lo clásico de cualquier sangucheria, como detalle no tienen línea Pepsi, y por esto no ofrecen Mirinda manzana. La atención fue excelente, pero a pesar de habernos dicho que habia demora de 30 minutos, esperamos casi una hora. Pedimos una milanesa perro viejo, para 2 personas. Realmente valió la pena la espera, no solo por el tamaño sino también por el sabor y la calidad de los elementos. El pan tostado y tierno, las verduras frescas y aderezos en cantidad justa. La milanesa de buen grosor y sabor, y a lo largo del sanguche se ven dos capas de mila casi en su totalidad. El acompañamiento de papas fritas, bastante generoso y lo único que le faltaba era un cachito de cocción (un poquito mas para mi gusto, no es que estaban feas). Estaba tan buena la milanesa que se extraño el combo que forma con la Mirinda manzana, por eso la mención de ese detalle. Si no son de comer mucho, la milanesa se la banca para 3 personas tranquilamente. Los fines de semana hay concurso de karaoke, lo cual brinda un toque de entretenimiento si gustan de la música popular. En este sentido, para mí la música estaba algo fuerte pero es entendible por la situación. Los precios son un poco más elevados que lo normal. (Gastamos entre el sanguche gigante y la cerveza $700) En general nos fuimos muy satisfechos del lugar y volveríamos a probar el resto de la carta. Como recomendación estaría bueno que dada la demora que tienen, sirvan con la bebida alguna entrada o algo para picar con la cerveza (pan con escabeche, papitas o maní, etc). También destacable la presencia de dueños/encargados que estaban recorriendo el lugar. No nos hizo falta reclamar nada pero es bueno saber que están ahi supervisando.