La comida exquisita. Pedimos unas papas chabacanas y una pizza mitad palmitos mitad rúcula, con una jarra de limonada con frutos rojos.
Cada cosa que pedimos estaba exquisita. Para destacar la comodidad del lugar, muy rápida la atención y la calidez del señor que nos atendió.
La comida y la atención más que Excelentes. Porciones abundantes, para compartir. Probamos milanesa y pastas caseras, limonadas y flan. Todo increíble. Precios muy amigables a los tiempos que corren. Y el mozo Excelente. Si hay algo para decir es que es demasiado caluroso, muchísima calefacción y que es muy oscuro con una decoración un poco antigua. Pero son detalles que no arruinan para nada la linda experiencia de comer ahí. Sin dudas para volver.
El lugar es grande y habian pocos mozos. Por lo que demoraban en cobrar o hacer el pedido. Hay buena iluminacion. Tienen mesas para grupos grandes y sillones para 4 personas por mesa. Los mozos muy amables. Las porciones al plato son generosas.
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