[Actualización un día después] Volvimos porque la verdad es lo mejor que hay en el pueblo. Esta vez pedimos el salmón blanco con yamani alimonado. Muy rico todo, sobre todo el punto de cocción de ambas cosas. Pedimos el risotto con pulpo. Correcto. No nos mató. Los raviolones de calabaza. Muy bien de nuevo la pasta y la salsa.
Encima se acordaban que pedimos hielo y lo trajeron proactivamente. Increíble atención.
[Review original]
Las apariencias pueden engañar, como la peanut butter que parece dulce de leche. Pero La Covacha no es lo que se ve de afuera.
La atención es excelente. Alvaro nos trato como cuando Dua Lipa visitó el país: atento a cada detalle y con mucha calidez.
La comida riquísima. Fresca, buen punto de cocción. Un diez. Comimos unos raviolones de cordero y una tabla de mar.
El lugar es simple y algunos detalles por mejorar. Pero nadie es perfecto.
Vale la pena definitivamente visitarlos y disfrutar su comida.
Lugar con una vista increíble. La comida estuvo muy rica.
Una carta pequeña pero un cocinero que sabe lo que hace. Sin dudas para visitar.
En la foto: Ensalada de solomillo y rabas.
Qué me pasó cuando entré a la pista?
El lugar está ambientado para ser un lugar frente al agua. Nada despampanante pero no te dejes llevar por las apariencias.
La comida es exquisita, recomiendo el pechito de cerdo con puré agridulce.
El servicio es excelente.
Volvería y lo recomendaría.
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