Pasamos con mi abuela a comer, nos pedimos unos tallarines con tuco, y como postre, flan. Yo la dudaba al principio porque a veces se les pone demasiada salsa y se vuelve invasivo; pero en este caso no fue para nada así, todo lo contrario. Los tallarines se notaban bien caseros, y perfectamente se podía saborear su sabor acompañado por el tuco. En ningún momento se sintió invasivo o que una parte "le robaba protagonismo"; simplemente perfectamente balanceado. El flan también casero, notorio por ese sabor más "agrio" en comparación a los industriales. Quizás demasiado para mi gusto, pero el dulce de leche lo acompaña de manera perfecto y queda un muy buen sabor. En conclusión puedo describir esta experiencia como una muy buena, simple pero funciona; tanto el ambiente como la comida. Es algo cómodo, práctico y tranquilo; nada demasiado extravagante. Sabe lo que funciona y lo hace bien, hay veces en las que las cosas clásicas simplemente nunca fallan. Lo recomendaría y volvería la próxima vez que pase por la zona. Es muy bueno para relajarse un rato, incluso hay WiFi, así que creo que sería un buen lugar para traerse la compu y terminar algún papeleo rápido (por ejemplo). La pasé muy bien, se agradece el buen servicio y la hospitalidad del lugar. :]

Comida casera, excelente precio, servicio atento y rápido, cómo los de antes...volvería siempre que pueda... felicitaciones a los dueños que mantienen el oficio de cocinar y servir para que uno vuelva...exitos