Si quieren comer bien y les gustan los pescados y mariscos este lugar es imperdible. Fui dos veces a almorzar en mi estadía en Pinamar (una tercera fallida ya que fui un lunes y estaba cerrado) y se come excelente. En la primera ocasión pedimos un risotto de mar y unos ñoquis a la bolognesa. La segunda vez volvimos a pedir el risotto, una tortilla de papas y tentáculos de calamar a la provenzal. Todos los platos son súper abundantes, en especial el risotto que es para compartir. La tortilla de papas estaba increíble. El risotto riquísimo también, muy completo. La atención muy buena, se nota que es todo casero. Lo único que creo que podría mejorar es la ambientación, si bien tiene una temática rústica y de mar, se deberían cuidar mejor algunos detalles, en especial las ventanas que están un poco deterioradas, y son uno de los puntos más importantes del local por la vista. Los precios me parecieron súper económicos.
Entre tanto parador caro y pretencioso, este pequeño restaurante del muelle reabrió sus puertas con nuevos dueños, para servir platos abundantes, sabrosos a un precio imbatible y buena atención. Venir con tiempo, hay pocas mesas. La foto es media cazuela que te la preparan por más que no esté en la carta.
Pintoresco lugar para comer en el muelle. Amplia variedad de mariscos y platos en abundancia para compartir. Las tablas entre 3 cono mínimo. Las cazuelas de mariscos son un clásico. Buena atención, conviene llegar con tiempo o hacer reservas. Precios razonables. Altamente recomendable
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