Todo impecable! La comida riquísima y la amabilidad del dueño fue espectacular!!! Volvería siempre.
Excelente, fuimos por trabajo a Chacabuco con mi señora y fuimos a almorzar y cenar al gato y es un Bodegón con todas las letras, de los que ya no quedan, la atención super calida, amable y atenta, los precios, creo que correctos, hoy por hoy comer afuera es un lujo. Dato de color y ejemplo de calidad de personas del personal, todas las noches 5 perritos del barrio van a cenar, el parrillero y los mozos separan todos los recortes del servicio, y los perritos super educados, saludan a los comensales cuando llegan y todos esperan afuera sentados su turno para cenar.
La primera vez que vamos realmente exelente,amplia carta . buenísima la atención de sus propietarios sin dudas que volveremos
Se come muy rico y abundante. Amable el personal q atiende
Excelente atención y calidad de la mercadería. Un lugar super confortable y acogedor. La ambientación simple de fonda le da una mística.
Parrilla y platos a la carta de primera.
Carta de vinos muy diversa y amplia.
100 % recomendable.
Lamentablemente no hay calificación de 6 estrellas para poder plasmar realmente la valoración de los dueños que atienden con un profesionalismo, una seriedad, una calidez, única. Además la comida fue excelente con unas empanadas fritas deliciosas y carnes y pastas de altísima calidad.
Felicitaciones a Luis y el otro señor cuyo nombre no llegue a conocer.
Uno de los mejores restaurantes de Argentina!! Se come espectacularmente bien! De cuatro noches que paramos en Chacabuco, tres fuimos a cenar a El Gato Verde y fue la mejor decisión del viaje. Marcelo y Luis te hacen sentir como si estuvieras en tu casa. Los sorrentinos y el bife de chorizo son EX-QUI-SI-TOS. El menú es amplísimo, tenés para todos los gustos. La carta de vinos es genial, hay de todo para elegir. Los precios son más que acordes a los tamaños de los platos. Te vas sintiendo que pasaste un muy buen momento y que querés que se repita pronto. Volveré siempre!
Que decir. Es un lugar que, una vez conocido, te atrapa con sus platos y hospitalidad. Te condena a desmerecer el resto de las parrillas de manera perpetua.
No hay alfabeto creado que unifique las letras que formarían la palabra que se acercará a describir semejante experiencia.
Es cosa de otro mundo, un contacto del 4to tipo diría la NASA.
Este lugar a está a años luz de nuestro tan primitivo paladar.
Excelente atencion, como en casa.
Muy buena atención, rica comida .
No sé espera para comer, la cerveza está bien fría y tienen una gran variedad de comidas, las personas vegetarianas tienen varios planos para elegir.
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