El lugar es íntimo, muy bien decorado. Te ofrece comprar flores para llevar, plantas de interiores, macetas, un pequeño apartado con libros, cerámica y fotos impresas que le dan estilo.
La oferta gastronómica es super interesante y fresca.
Todo, todo hecho en el momento, y muchas cosas de producción en el local.
Una carta corta y delicada.
Con opciones para todos pero sin agotarte.
El carrot cake merece un apartado en la carta con aplausos.
La atención del personal es muy amable y predispuesta, mucha onda.
Te vas a tomar algo, leer, pasas por la puerta y te llevas algo rico en el take away.
Me pareció super interesante el lugar.
Todo a la vista.
Voy a volver.
El baño estaba limpio, dato importante y es de acceso indistinto, lo que genera una descontractura amigable y el desafío de la higiene porque hay uno solo.
El ambiente es muy tranquilo y bellisima su decoración con plantas, musica tranqui, y buena iluminación.
Pedimos un ice latte y cafe tonic. Ambos riquisimos especialmente el cafe tonic fué el mejor que probé hasta el momento.
Pedí una medialuna french y muuuuy rica. Tenia su magia!
Hermoso lugar para almorzar. En el medio de plantas y objetos de decoración. La curaduria de libros excelente. Hay que probar si o si el carrot cake. Los chicos que atienden super amables.
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