El ceviche de mejillones es increíble. Me encantó... El tartar, fabuloso aunque me hizo falta una harina aquí...
La tortilla normal... Los ñoquis muy ricos, pero no fueron espectaculares. Y un plato que no recuerdo el nombre, tenía kimchi y langostinos... Woooow, altamente recomendable!
La limonada riquísima!
Volvimos después de un año. La comida sigue siendo rica, pero no espectacular. La tortilla de batata estaba bien, los ñoquis ricos pero el picante no permitía sentir el sabor del queso azul. Los platos abundantes. Precios altos. El postre me pareció lo mejor, tiramisú de matcha.
Los mozos son amables, pero me resultó raro que nos sentaran en la barra poruqe supuestamente estaba todo reservado y durante la hora y media que estuvimos hubo varias mesas vacías.
Vale la pena la experiencia porque son sabores originales.
Muy buena comida. Una mezcla entre coreano y el estilo de cocina y preparación de plant based (pero hay platos con carne, no es vegano). El lugar es simple pero con onda. Bien ambientado, chiquito y acogedor. Malísima onda para atender. Una actitud muy soberbia y mal predispuestos. Pero la comida y el lugar contrarrestan. Platos basados en la comida coreana, pero reinterpretados, condimentados (mucho picante a lo coreano), con buenos ingredientes. Pedimos todos platos muy frescos y bastante livianos (ceviche, girgolas, tortilla, repollo y similares). Los postres también muy ricos. Y muy buena relación precio calidad. Recomendable si te bancas la mala onda de los chicos que atienden.
Buena atención. Muy rico el tartar. La comida es un poquito picante quizás para el paladar argentino pero a mi me gustó mucho. Las ribs de sabor estaban muy bien pero no así su ternura/punto. El tiramisu de Artemisa no deslumbró.
Éramos 2,pedimos 3 platos, 1 postre y un vino y gastamos 23000 (sin propina)
Exelente restaurante para probar platos de autor. En una fusión de Corea con América pero con toques muy personales. Cuando fuimos la chef y dueña Lis RAE, se encontraba en el lugar supervisando, hermosa y muy simpática. Sabores únicos y deliciosos que despiertan papilas dormidas y alegran el alma. Si bien los platos no son muy abundantes, ell valor no es caro para la calidad que tienen. El picor es moderado, adaptado al paladar argentino. La atención muy dedicada. El lugar es pequeño pero cálido, la cocina está a la vista, que es un condimento extra para los que amamos la gastronomía. Muy recomendable.
🍜 Restaurante de comida asiática fusión.
👌🏼Pequeño, tranquilo. La barra desde la que se ve la cocina es hermosa.
🥬Pedimos una degustación de fermentos, algunos más ricos que otros, pero muy bien pensado el plato; un plato de repollos que mezclaba muchos sabores, excelente; un tteobokki con queso azul, no me convenció la combinación pero estaba ok; y un tiramisú de matcha divino también. Por el precio esperaba un poco más del servicio y/o la ambientación, pero la comida es buenísima.
Era la primera vez que probaba comida coreana y pese a ser sabores distintos me gustó mucho. El ambiente es relajado, el local es pequeño por lo que aconsejo reservar con antelación. La cocina está en el salón por lo que se puede ver como cocinan. Es un lugar recomendable.
Si bien no tiene muchas mesas, tiene un ambiente cálido y acogedor.
No es la comida tradicional coreana pero es un balance perfecto de sabores argentinos with a Korean kick.
Las llevé a mis amigas argentinas y quedaron encantadas!! Volveremos pronto!
Es una propuesta totalmente distinta y realmente muy interesante.
La comida es MUY rica, algunas cosas son picantes, es importante destacarlo.
La atención súper amable y dedicada, incluso Lis Ra vino y nos trajo uno de los platos.
Como aclaración, no está el concepto de entrada y plato principal, elegís al principio los que querés comer y los van trayendo en función de la combinación de sabores. El arroz es conveniente pedirlo. En cuanto a las porciones, pedimos cuatro platos para dos personas.
Los tragos merecen una mención aparte, muy ricos.
El postre, sorprendente (tiramisú, en la foto)
Volví sorprendido y encantado 😊
Platos muy buenos, con sabores muy bien logrados, en lo personal la tortilla de batata me hubiese gustado un poco mas babeé. El lugar es muy agradable y tranquilo, no es muy grande. La atención también estuvo muy bien!
Me gustó desde la reservación. Tienen un sistema de reservas que es intuitivo y gestiona rápido la reserva.
Tiene dos turnos de 8 a 10 y de 10 a 12. Entre ese rango puedes ir con reserva previa.
El lugar es acogedor, intimo y bastante ameno. Lo que permite tener una cena tranquila y muy rica.
La atención es excepcional, siempre amables y dispuestos a resolver dudas respecto a la comida/bebidas.
La comida muy rica la elección de elementos y combinación de los mismos para generar sabores, es excelente.
El ceviche lo recomiendo muchísimo, es increíblemente bueno. Las ribs y los ñoquis también estuvieron geniales.
Las bebidas son ricas alcohólicas y no alcohólicas. Si no eres amante de las cosas amargas, preguntar por alguna que sea dulce.
Muy rica la tortilla de batatas y se ve muy rico todo lo que preparan. Es para recomendar.
Me impresionó la calidad de la comida y la combinación de sabores. Si tienen ganas de disfrutar una experiencia gastronómica es un lugar para visitar. Soy fanática de las costillas, estas se deshacían de lo tiernas que estaban y sumamente bien condimentadas.
Es un lugar que cuesta lo que vale los precios no son económicos pero la comida, el servicio y las bebidas fueron impecables. Sin duda es un lugar que recomendaré y volveré! De lo que mas me gustó fue: el tartar de lomo, el ceviche de mejillones y las ribs.
La comida es espectacular! La fusión coreana - criolla logra sabores impensados muy buenos. No dejen de ir. Lo único malo: el servicio. Si bien el lugar estaba lleno, olvidaron 2 platos, se confundieron el vino y el plato principal... soy vegetariana y me sirvieron ribs de cerdo! Obvio que cuando pedí que trajeran el plato que había pedido, cene casi 1 hora después que mi pareja.
Empaña la experiencia, pero no la calidad de la comida y los sabores.
Todos los gustos de la gastronomía Koreana se pueden disfrutar en Na Num. Una buena variedad de platos típicos reversionados en su justa medida. Buena carta de vínos, Cocktails y un par de variedades de Soju. La atención es muy cordial y como buen restaurant Koreano tiene la cocina a la vista!
Que bella experiencia porfavor. Hicimos reserva, llegamos y nos acomodaron. Tardaron bastante en traernos la carta, no teníamos apuro pero aún así tardaron unos 15/20 minutos en sólo traernos la carta, el lugar estaba a capacidad máxima, se la pedimos a la chica que atendía y nos pidió disculpas, nos regaló un trago y un agua mineral por la demora, agradecimos mucho el gesto por hacernos esperar. Pedimos la comida y fue todo delicioso y espaciado, te traen los platos de a uno, para que vayas probando uno a uno. Son platos pequeños a medianos, no es un lugar para comer a reventar. Todo es medido y de calidad. Probamos una humita tipo creme brulee deliciosa y la pesca del día fue perfecta. Recomiendo súper este lugar ❤️
La verdad es que me sorprendió de manera muy agradecida este lugar. Pequeño, intimo , ofrece pocos platos pero de una calidad altísima. Sabores que explotan, colores que brillan y presentación de platos como pinturas. Atención buena y el pedido fluido y eficaz con la ayuda de la tecnología!
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