Me gustaría contarles mi experiencia en este lugar escondido en Palermo, se trata de Bankedo Plaza. La propuesta básicamente son tapas, platitos que te permiten, en este caso, probar platos y cocina elaborada. El cocinero a cargo, te lleva por una experiencia de sabores, no solo de cocina de medio oriente, sino que presenta algunas ofertas del NOA de nuestro país ya que el es tucumano. Empezamos con una ensalada de alcauciles, queso ahumado y cherries confitados sobre un fresco colchón de Kale, muy buena, un excelente queso, aunque, como le dijimos a Francisco que fué quien nos atendió de manera excelente, le hubiese agregado un poquito más de alcaucil (la única observación que haría de todo lo que probamos) pero la combinación fue genial. Nos trajeron también una berenjena asada, con parmesano, espinaca y miel de caña lo que le proporcionaba un sabor delicioso, excelente tapa. El risoto de quinoa fue algo impresionante, no recuerdo un sabor tán rico en un plato de estas características. La quinoa estaba muy bien cocinada y amalgamada con los hongos y tenía una textura perfecta. Volvería por este risotto, en realidad, por todos los platos!! Pedimos una mouse de salmón, alga wacame, almendras y hojas de rosas, venía con dos rodajas tibias de pan de masa madre, me pareció exquisito pero la debería haber pedido en primera instancia ya que no me gustó como quedó ese sabor en el orden de lo que fuí probando, tenía otros sabores en boca. Vinieron también unas empanadas tucumanas y otras de masa filo, queso y sésamo, ambas muy recomendable. Cerramos con un kebbab muy bien saborizado acompañado con un aceite de remolacha que quedaba muy bien. Pude probar el hummus ya que pedir una porción era demasiado, me pareció sabroso, cremoso y unos pequeños tropezones de dátiles le quedaban perfectos. Postres, helado casero de coco con licor de dulce de leche y cacao y un segundo postre que era dulce de cayote en fibras con queso y nueces, ambos, muy buenos. Tienen una muy buena oferta de vinos boutique. Hermoso lugar, aunque pequeño, excelente servicio y comida deliciosa. Gran experiencia. Sugiero reservar.

Fuimos a comer con un grupo de amigos y todo excelente. Desde la comida (colores y sabores alucinantes), hasta el lugar, la música y la atención. Están en cada detalle. Nos sentamos en el living, lo cual generó un espacio súper relajado y cómodo para una reunión de amigos. Recomiendo todo, pero es imperdible el postre de helado de coco, riquísimo y original, un sabor distinto a todo lo que probé. Volvería mil veces.