Un rincón de Buenos Aires que aún conserva el espíritu de los viejos cafés.
Abundante y rico café con leche.
Detalles como una pequeña biblioteca que son una delicia para los que amamos estos lugares.
Excelente trato de la moza.
Lo auténtico y magnífico del bar-café argentino, en algunos metros cuadrados. Un lugar histórico atendido de la mejor manera por un camarero histórico, el gran Carlos. La experiencia más genuina de un café porteño, no turístico: Comidas simples y muy sabrosas, esquina de ventanas abiertas, vermut, tostados, medialunas, café con leche; una pequeña bibliteca para leer algún fragmento de libro en lo que dure tu visita.
Un lugar fundado por españoles que es un regreso en el tiempo.
Hermoso lugar para descansar y disfrutar en familia! Me encanta llegar y olvidarme de la ciudad! Los costos son un poco elevados pero vale la pena buscar tu rincón en la playa! Es de lo más lindo de la costa Atlántica!
Bar pintoresco, abre temprano, desayunamos 8:30 hs. Tiene una pequeña biblioteca, el local muy limpio. Amables en la atención. Las medialunas de grasa muy ricas. Café con leche también rico. Recomendable.
![5]( "Recensione")
Uno de los bodegones más viejos de Buenos Aires, en la esquina de Tucumán y Rodríguez Peña, entre Barrio Norte y Balvanera. Un clásico de pocos que quedan preservando el espíritu que alguna vez supo tener la zona de Corrientes (típicas mesas de madera, ventanales a la calle y azulejos en las paredes). Iba en mis épocas de estudiante y me sorprendió que todavía conserva una vieja bibliotequita para la consulta de los clientes con libros de arte e historia, un poco desvencijada y descuidada, pero biblioteca al fin…
La comida sigue siendo muy buena y abundante, al igual que el café, y por la cantidad que te sirven en el almuerzo, se puede compartir (para dos personas que no les guste comer mucho al mediodía). Pedimos filet (tres piezas) y milanesa (excedía el diámetro del plato) con puré (en plato aparte, muy abundante y casero). La bebida fría, el café bien hecho (por gente que se nota hace café hace años).
La atención es genial, un mozo de profesión que atiende con calidad, al tiempo justo, que sabe calibrar las necesidades de la gente. Y los precios muy bien también, los platos de almuerzo van entre los 1600 y los 2400 (churrasco). No me queda muy cerca, pero seguro volveremos cuando estemos por la zona!
Hermoso lugar, muy fotogénico. Un viaje en el tiempo. Muy buena atención.
El anterior dueño era mi abuelo (Anibal Suarez) con su mejor amigo (José Taboada), hoy mi abuela nos contó a mi y a mi marido del bar y al mostrarle fotos me dijo que sigue muy similar a cuando recien lo compraron los actuales dueños a los cuales recuerda! Muy hermoso, muchas buenas reseñas, estamos super ansiosos por ir a conocer. 🤍
Platos abundantes a precios más que acordes.
La atención es de esperar, al pensar que un Bar destacado de la Ciudad de Buenos aires.
Increíble desde que entras hasta que salis.
Lugar pequeño pero muy muy confortable. Siempre vamos cuando estamos en Baires. Recomendable por su estilo de bar notable. Solemos almorzar, a un buen precio.
Bar notable si lo es.
Mas porteño no existe.
Te atiende el dueño de siempre y te hace sentir como en casa.
Minutas clasicas, bien hechas.
El lugar es pequeño y hermoso, con sus muebles ventanales, y todos los detalles originales.
Tambien hay una pequeña biblioteca dnd podes elegir q leer mientras estas ahi. La misma la armo un vecino, que claramente ama el lugar como yo y como tanta gente.
De los momentos mas lindos para mi, poder pasar a almorzar o desayunar por este Mar azul.
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