Me encantó este restaurant, fue una sorpresa porque no sabía a dónde iba, ni como funcionaba! Hermoso restaurantes puertas cerradas en una casa muy linda, súper tranquilo, relajado y privado. Una propuesta gastronómica muy buena, es un menú de entrada, plato y postre, 2 opciones de cada uno, para la gente simple como yo que detesta cartas gigantes, me pareció súper!!
Excelente comida, ambiente muy cálido y servicio amable y eficaz
Este restaurante a puertas cerradas es muy bueno. La ambientación, de inspiración nipona, es muy agradable: desde el salón, la galería y el florido y verde jardín, pasando por la música suave de fondo, todo contribuye a crear un clima muy íntimo y acogedor. La atención es muy eficiente y cálida. La carta no tiene precios, por lo que conviene preguntar. Son menúes que constan de entrada (dos o tres platos), plato principal (ídem) y postre. Fui hace dos semanas, y cada menú costaba $1800, sin contar las bebidas. No hay café. No hay pan. Los vinos, con una cava acotada pero rica, van de 850 a 1100, aproximadamente.
Es un lugar ideal para ir en pareja. Si bien no es barato, la calidad de la comida y el lugar lo compensan.
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