Bellísimo lugar. Histórico. Por algo es de los preferidos del mismísimo Osvaldo Gross. Empleados con muy buena predisposición y excelente atención al público. Comida 10/10. Cuentan con baños. Amplia variedad de opciones gastronómicas y bebidas. Calidad de materias primas, las cosas que preparan son de muy buena calidad y sabor. Buena higiene y organización. Precios accesibles y similares a otras panaderías.
He ido dos veces y las dos he quedado encantada. Probé el licuado de frutos rojos y muy rico, abundante y lleno de pulpa de fruta. También las facturas, los croissants (y rellenos ufff), los rolls, los macarons, los brownies, todo es muy MUY exquisito. Mis felicitaciones a los chefs. La dueña es egresada del IAG y realmente se nota su excelencia para cocinar, las cosas que hacen lo realizan con amor y eso hace que destaquen.
El local está en una esquina a una cuadra de Av. Córdoba en pleno corazón de Palermo. Muy linda zona y segura.
Si tienen la oportunidad vayan, 100% recomendable.
Este lugar me enamora.
Me encanta la pasión que ponen en lo que elaboran.
Veo profesionalidad y siempre evolucionan.
Adoro sus croissant de chocolate, sus baguettes, panes variados y macarrones de Maracuyá.
Deseo que vuelvan a despachar café latté
A no perderse esta EXPERIENCIA!!
Compré de pasada, excelente atención y muy ricas medialunas. Es bueno encontrar lugares así en el barrio, volveré :)
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