Lindo lugar, bien ambientado, poca variedad de menú, bien presentado, la comida estaba media tibia y sin condimento, estaba ok..correcta pero nada más .
Uno de los mozos parecía nuevo, se mareaba con los pedidos, se chocaba con las mesas ... Puteaba con el mismo por estar como sobrecargado.
Con nosotros la atención fue buena.. pero medio que se olvidaba había que repetirle las cosas ..
En fin creo que un entrenamiento básico hay que darle al personal, la función de un mozo a parte de traer las cosas de la cocina a la mesa .. hay que generar un buen clima y saber informar a los clientes de los precios y composición de los platos .
Es la segunda vez que voy a merendar (la primera fue en la otra sucursal) y me encanta. La atención muy buena, se nota que son como esas cafeterías de antes, algo que cuesta encontrar. Tanto el café con leche como el submarino son muy ricos, y amo las medialunas de manteca. Los precios son accesibles. En cuanto a la comida, no fui a almorzar todavía.
Me trataron muy bien, las medialunas exquisitas... el café y el jugo, normal. Los precios, baratos para la zona. Claramente volveré
Recomendación: evitar el horario pico del almuerzo porque se llena de gente (eso habla de su calidad, obvio... pero me imagino que en otro horario sería un lugar hermoso para sentarse a escribir o leer con tranquilidad)
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