Excelente café de especialidad. Mi preferido en capital federal.
Ambiente agradable y tranquilo, con buena música y muy buena atención.
Muy rico café y la comida no se queda atrás!
El ambiente es muy agradable y tranquilo. La decoración, la música y la disposición de las mesas están muy bien.
La atención es relajada y amable.
La carta es bastante amplia para ser cafetería:
hay opciones para almorzar, hay pastelería y variedad de cafés.
Pedimos un tostado, un sándwich vegetariano, una tarta de espinaca, un croissant relleno y un alfajor de maicena: casi todo perfecto.
Lo mejor: el café.
Lo no tan bueno: la tarta.
Hay opciones vegetarianas, veganas y sin TACC.
Es un lugar bonito. Chico, de estilo un poco Hippster, música ambiente suave, paredes de ladrillo a la vista, decoracion vintage, en el centro <> una mesa larga para compartir con quiénes se sienten allí, que fue dónde me tocó ya que hay pocas mesas para 2/3 personas.
También se puede comer en la barra.
Pedí un sándwich con queso, mostaza, panceta y peras
Buen tamaño, lastima las peras, les faltaba madurar un poco .
Un café con sal al que poco gusto le sentí a la sal, pero volvería, me gustó bastante de hecho su propuesta como para pedir otras cosas.
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