Un lugar pequeño. Bien de barrio. Casi que se escapa a lo que es la ciudad de Buenos Aires. Lo relaciono con una típica pizzería del conurbano por la historia que el lugar te entrega y por la atención que te brindan. También es de ciudad, pero de una que ya no está presente. Una de otras épocas. ¿La comida? Es un 10 en todos los sentidos. Si bien hay variedades, solo podés elegir lo que tienen disponible en ese momento. O pedir y esperar. Recomiendo con gran énfasis la fugazzeta y la fainá. Son dos manjares.
Es difícil comentar qué sabor tiene un pedazo de historia de San Telmo y Buenos Aires en particular, si muy rica o no muy rica es un concepto que no se aplica en este caso, lo que sí es que me fui pipón de probar una muzza y una figazza con queso con la mejor historia pasada y presente x 950 argentinos (us$ 1.74 al cambio de hoy), que me quiten lo bailado, eso sí que no tiene precio.
Famosa pizzería de barrio atendida por sus dueños. Un clásico para recordar las viejas tradiciones. La pizza de fugazza rellena un LUJO.
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