Se convirtió en uno de mis lugares favoritos.
Experimenté una cena verdaderamente exquisita. La atmósfera íntima y acogedora creó el escenario perfecto para disfrutar de los platos muy bien presentados.
Hago una mención especial para la atención del hombre francés que hizo que la experiencia sea más completa que nunca. Ese señor es el corazón del local, 10/10.
De los mejores sitios en lo que he estado en Buenos Aires. Reúne todo lo que hace a una buena experiencia, desde el trato de Lou, su dueño el cual atiende de forma Cortez y simpática. La comida nunca falla: se trata de menús diarios los cuales no se basa en una carta sino en alimentos frescos y de estación. Recomiendo fervientemente tomar el vino de la casa. Valores por debajo de la zona y hasta barato si se compara con lo dicho anterior. Para volver y volver.
Sin lugar a dudas, mi restaurant favorito de Buenos Aires. Una esquina en donde te sumergis en el universo de Constant, su dueño, un francés amante de la comida, la fotografía y el cine. Los platos se presentan en una pizarra y van cambiando según la estación, su frutas y verduras son orgánicas y la carne de pastura. Los vinos también son agroecologicos. La sopa de cebolla, el tartar, la pesca y su torta de chocolate son mis favoritos. Su clientela es fiel y esto genera que siempre que vayas te encuentres con algún amigo, alquien con quien charlar de cine. Tal es así que algunos domingos del mes, ofrece un Ciclo de Cine, en donde se ven cortos y películas de su colección personal de dvd’s. Sus fotografías exhibidas en todo el restaurant se encuentran a la venta. À Nos Amours es mucho más que un restaurant.
Lourdes Lopez Huusmann
+5
Lo conocimos anoche con mi pareja, y planeamos volver lo antes posible. La comida estaba deliciosa y la atención fue un lujo, nos fuimos 100% satisfechos. Recomiendo MUCHO
Sublime. La mejor comida que probé en mi vida. Las palabras no alcanzan para describir esta experiencia gastronómica! Segunda vez que venimos, y nos vamos más enamorados que la primera!
Un restaurante francés con una ambientación y atención cálida y familiar que invita a quedarse. Un espacio único para descubrir en una esquina tranquila. Con un menú elaborado especialmente y realizado con alimentos frescos, los platos son abundantes y dan ganas de quedarse durante horas. Un lugar imperdible para recomendar una y mil veces.
Muy buena atención. Variedad de vinos, la mayoría de las etiquetas no las encontrás seguido.
Pedimos una entrada y dos platos de pasta. Muy ricos todos los platos. Tal vez la entrada un poco pequeña (tiradito de lisa). La atención excelente.
Recomiendo reservar! Hay mesas adentro y en la vereda.
Cobran servicio de mesa.
Me gustó mucho. Pedimos: queso halloumi, sopa de cebolla, curry de pollo, pesca del día y ravioles de calabaza, y el postre de chocolate. Todo estaba riquísimo. Muy barato. La carta es muy corta (3 entradas, 4 principales y 2 postres), va cambiando todo el tiempo ya que dependen de los productos que consiguen en la semana (todo es agroecológico, hasta los vinos). La atención de la moza fue excelente! Recomiendo reservar ya que se llena.
De los mejores restaurantes que he probado de Buenos Aires, he ido muchas veces y nunca te decepciona. Entradas, platos y postres de altísimo nivel, con una carta acotada en opciones pero manteniendo siempre un alto estándar de calidad. Cuenta con una carta de vinos de muy buenas bodegas. La atención es cordial y la ambientación te traslada a una noche en Paris.
Restaurante francés atendido por su dueño. La comida estaba tan increíble que sólo saqué una foto del último plato que comí. El vino orgánico que sirven, tanto tinto como rosado, es también de un nivel superior.
La carta cambia constantemente porque se realizan platos frescos en el día, lo que es un plus porque nunca sabés qué te vas a encontrar.
Ideal para parejas pero también para grupos de amigos a los que les guste el buen vino y un ambiente tranquilo y ameno.
Lo que probé: carne tártara con yema de huevo y verdes.
Coliflor en fondue de queso.
Cerdo con arroz, lentejas y verdes.
Desde el momento en que entras, te recibe el dueño con una sonrisa: un espacio descontracturado, sencillo con una propuesta diferente acompañada con comida de autor. Los platos van cambiando de acuerdo a la estación. Los vinos son de pequeños productores, invitando a probar sabores nuevos y explorar lugares con los sentidos. Sin dudas es un espacio para relajar, ir en pareja, solo o con amigos y dejarse llevar.
Increíble la Creme Brûlée, de verdad no tiene desperdicio! Es una esquina amorosa y la comida muy sabrosa, nos pedimos el risotto y el arroz con calamares. Todo espectacular!!! La entrada también muy rica (nos pedimos el queso halloumi)
Muy lindo lugar, simple y súper acogedor. Comida muy buena, pocos platos, todos ricos. Probamos toda la carta, y los platos que parecen sencillos, sorprenden.
El lugar es muy cálido, con luces tenues , vajilla antigua , con pocas mesas , no es ruidoso.
Cuando me senté sentí q estaba en un espacio familiar.
El menú estaba bien , elegimos dos platos de ñoquis y otro de ravioles, un vino muy rico , una creme brulee deliciosa , café rico y un té . Todo estuvo Perfecto servido a tiempo , no tuvimos q esperar casi nada.
Cuando nos dimos cuenta eran la 1.30 am, podríamos haber seguido hablando , en ningún momento sentimos q nos presionaban para irnos , este es otro punto donde me sentí en casa .
Todo súper bien, un lugar para volver una y otra vez en pareja o con amigos . Súper recomendable .
La verdad que el lugar es espectacular, empezando por esa onda bohemia, melancólica francesa, luz baja y otros detalles crean una atmósfera ideal para cenar, la decoración no es pretenciosa. La atención es excelente hay una sola chica que atiende y lo hace muy bien, la comida también como hecha en casa, el arroz con calamares muy suave y rico. El Creme Brulee ni hablar, los vinos también. Sin dudas un lugar para volver y hacerse habitué, los precios acordes a lo que fue la comida
Es un lugar que siempre está bien . Es cálido, buena comida, ricos vinos . Ideal para ir en pareja . La creme brulle es muy buena
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