Elegante, maravilloso, reservado un lugar especial ,platos exclusivos de autor ,desde el ambiente ni bien entras con la bienvenida.
Una carta amplia con platos deliciosos que no sabes que pedir de rico y tentador.
Hasta el toillete es hermoso ,limpio ,prolijo y cada detalle esta cuidado.
Me encanto!
Una experiencia increíble y muy recomendable, sobre todo si te favorece el cambio. La comida estaba exquisita y muy bien elaborada.
El servicio es muy amable. En nuestro caso, estábamos un poco preocupados de no encajar, pero nos atendieron muy bien, nos explicaron todo y nos dieron excelentes recomendaciones.
Si en el futuro tengo la posibilidad, volvería sin pensarlo.
Excelente! Los sabores de la comida y la presentación de los platos es único!!! La atención de los camareros fue muy buena y siempre estuvieron muy atentos. Recomiendo ir con Reserva, el lugar adentro es muy chico a mi modo de ver es lo único negativo porque las mesas están un poco juntas... pero las entradas, platos principales y postres exquisitos!!!
Pedimos de entrada el tartar de atún rojo pero el sabor estaba muy invadido por el de las alcaparras y las reducciones muy saladas. De principal un excelente risotto y de postre una tarta de manzana que estaba bien pero no me terminó de convencer. El lugar muy agradable y el servicio excelente
Todo excelente. Servicio impecable. Comida de 10.
A resaltar:
- Entrada fría: Carpaccio de langostinos
- Principal: Risotto de setas (con trufa negra)
- Postre: Coulant de dulce de leche.
Lo único negativo fue la espera afuera. Teníamos reserva a las 22.30 y nos hicieron pasar recién a las 23 porque demoró el turno anterior. Sin embargo, valió la pena la espera.
En general fue una experiencia muy agradable, para repetir.
En cuanto a los precios, me parecieron acordes a la calidad y al servicio ofrecido, similares a lo que se consigue en otros restaurantes de igual calidad.
Gran experiencia nos regalos Roux. Fuimos sin reserva, nos ofrecieron una mesa para dos en la vereda. Jazz de fondo. Nos atendió Jose Maria, un maestro, le dimos unas pautas de lo que eran nuestros gustos y le pedimos que nos elija los platos y bebidas. Nos propuso una entrada fría, una caliente, un principal y un postre y empezó el show.
- En primer lugar, un carpaccio de vieiras, un plato super liviano, delicado y delicioso, lo mejor sucede cuando das el ultimo bocado y podes apreciar el sabor que te queda dando vueltas.
- En segundo lugar, unas mollejas con un raviolón con una yema de huevo adentro. Sabor excepcional. Esta entrada la compartimos.
- En tercer lugar, el plato principal, Cochinillo (una capa crocante y tierno por dentro, no precisa uso de cuchillo), el puré de boniato y las zanahorias que vienen de acompañamiento un poema.
- El postre un volcán de dulce de leche con helado de banana y otras preparaciones que acompañaron muy bien.
- Tomamos un vino, un blend, muy bueno pero no recuerdo la marca.
En síntesis, gracias Roux!
Si se preguntan por el precio, es mas caro que otros lugares, sin dudas para los amantes de la comida o aquellos que quieran vivir una experiencia gastronómica, les digo: no se van a arrepentir, cada centavo lo vale.
Mención a parte. Jose Maria y Alberto Cuello, grandes personas que hicieron que nuestra velada sea aún mas grata.
Excelente restaurante de calidad y servicio exquisito. De entrada sirven una pequeña y riquísima degustación . Platos variados, de autor ,bien presentados y perfectamente cocinados. Los precios son un poco elevados, pero lo valen.
Ambiente cálido y atención profesional.
Indispensable reservar antes.
Un poco más y nos pedimos toda la carte entre dos personas! Estuvo BUENÍSIMO! Tengo muchas ganas de volver a ir. Lástima que comimos tanto y ya no nos quedo más sitio para el postre, pero todo estaba increíble. Una explosión de sabores. El servicio increíble y super atentos a nosotros. Una experiencia fantástica. No dudéis en ir!
Hermoso restaurante, la atención es impecable están en cada detalle . La comida exquisita , los diferentes bocadillos que se sirven mientras esperas tu pedidos me sorprendieron . Finísima decoración y la elección de vajilla como la de los cubiertos es bellísima . La atención del Sommelier es algo para destacar , pequeña charla con una reseña del vino pedido , cada uno de los platos pedidos fueron perfectamente descriptos . Muy recomendable !
Fuimos por una recomendación de unos amigos, no le erraron en nada, de estos últimos años que estamos visitando Buenos Aires, la mejor experiencia gastronómica que hemos tenido.
Desde la atención por parte del personal, que es muy profesional, hasta la degustacion de sus platos que no defraudaron en nada, simplemente espectacular.
Nos ubicaron en la cava, un lugar íntimo para conversar y pasar una velada encantadora.
Hay que reservar con tiempo por la página del restaurante.
Entrada, plato principal, postre y vino, US$40 por persona.
A, nos dieron a probar un postre atención de la casa.
Si están por BsAs, no dejen de pasar por ROUX, no los va a defraudar.
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